La propusta de EH Bildu, parte de cuyo contenido fue presentado el pasado domingo en Hernani, reclama un procedimiento que permita la «materialización efectiva» del derecho a decidir del pueblo vasco sin límites prefijados.
El cronograma planteado reserva el primer semestre de este año a un proceso participativo entre ciudadanía y partidos, al que seguiría (de julio a setiembre) un debate entre los partidos para alumbrar una propuesta de texto articulado al que en otoño daría forma un grupo de expertos.
También en otoño el Parlamento de Gasteiz votaría ese nuevo estatus y si saliera aprobado, se convocaría una consulta ciudadana a principios de 2019, lo que permitiría «conocer la voluntad mayoritaria de la ciudadanía vasca otorgando una mayor legitimidad al proceso».
EH Bildu admite que el procedimiento actual para la reforma del Estatuto no «prevé una consulta de estas características, pero no existe una prohibición letal expresa que la impida», de manera que su autorización «está sujeta a voluntad política».
De hecho entiende que la Constitución puede interpretarse de una manera que permita un nuevo estatus vasco sin necesidad de reformarla. No obstante, señala, si se abre «el melón constitucional» se debe contar con las comunidades autonómicas.
Refrendado ese nuevo estatus se abriría una fase de «negociación y acuerdo con el Estado» para su aprobación en las Cortes mediante una Ley Orgánica, al estilo del Concierto Económico. En esta fase «se podría buscar simultáneamente un encaje constitucional o legal adecuado» porque «el principio de legalidad no puede ser un dique de contención» a las aspiraciones de soberanía.
El proceso concluiría con otro referéndum, en esta ocasión, «jurídicamente vinculante» para que los habitantes de la CAV, rebautizada como Comunidad Estatal Vasca, ratifiquen el nuevo estatus.
Para esta última fase EH Bildu aboga por «una norma de claridad europea general o ad hoc de modo que se garantice la igualdad de armas entre los distintos proyectos políticos en liza» en la posible creación de nuevos estados en Unión Europea.
De hecho, limita la actual consulta al nuevo estatus, pero señala que en el futuro debería ser posible preguntar «sobre la secesión». «No es este el momento de la independencia» sino de alcanzar un nuevo estatus «que no niegue tal posibilidad en el futuro si la voluntad mayoritaria de la ciudadanía vasca se pronuncia en tal sentido», afirma.
EH Bildu quiere que ese nuevo estatus dote a la CAV de un carácter «confederal» que lo sitúe «en pie de igualdad con España, la UE y la comunidad internacional» y que le dote de un «pase foral actualizado» que sirva de veto para «limitar» la actuación del Estado y evitar así «injerencias unilaterales e ilegítimas».
Según la formación abertzale, la relación entre la «Comunidad Estatal Vasca» y Madrid debe desarrollarse en una comisión paritaria en la que se articule una «relación bilateral efectiva» con decisiones adoptadas «de común acuerdo», de manera que el Estado «no pueda imponer ni impedir nada a la otra parte».
EH Bildu también propone que el nuevo estatus abra la puerta a «crear nuevas estructuras de articulación o cooperación funcional entre los territorios de Euskadi Herria (CAV, Nafarroa e Ipar Euskal Herria) que serían ratificadas en referéndum por la ciudadanía de los respectivos territorios».
Asimismo plantea incorporar a la CAV Trebiñu y Turtzioz.
Además, reclama un poder judicial propio y competencias en educación, justicia, empleo y política penitenciaria, entre otras muchas materias, al tiempo que propone un régimen electoral específico.