Goizeder Taberna (Mediabask)
Biarritz
Entrevista
Max Brisson
Senador

Sobre el desarme: «No habría sido posible si antes no hubiéramos aprendido a conocernos»

Mediabask publica este jueves en su edición semanal en papel una entrevista con el senador Max Brisson, electo de Pyrénées-Atlantiques en la lista de Les Républicains. Las cuestiones le han sido planteadas por la periodista Goizeder Taberna, en el marco de la elaboración del libro ‘El desarme, la vía vasca’, que ya se encuentra a la venta en euskara, francés y español.

Max Brisson, sonriente en segunda fila, durante el recibimiento a los Artesanos de la Paz tras su puesta en libertad. (Bob EDME)
Max Brisson, sonriente en segunda fila, durante el recibimiento a los Artesanos de la Paz tras su puesta en libertad. (Bob EDME)

Militante de formaciones de la derecha francesa, Brisson es sin embargo uno de los actores más presentes durante los últimos años en los movimientos tendentes a consolidar el nuevo tiempo político gestado en Euskal Herria.

De este modo, estuvo presente en la Coferencia de Aiete de 2011 «en primer lugar porque fui invitado. Los organizadores deseaban la presencia de un electo del Pays Basque Nord que representara mi sensibilidad política».

Cuando la periodista habla de «bloqueo» después de Aiete, Brisson matiza que «no lo he percibido aquí. Al contrario, después de Aiete se ha trabajado conjuntamente, nos hemos conocido mejor entre nosotros, se ha puesto sobre la mesa qué genera consensos y dónde están los límites», en la búsqueda de «fórmulas que fueran aceptables para todos. Así que no he sentido bloqueo, aunque sí una incapacidad para hacer avanzar este tema en un ámbito global».

Preguntado por la redada de Luhuso, el senador explica que se enteró «por las redes sociales. Vi que había arrestos, una operación policial y la amalgama hecha en París entre las personas detenidas y ETA. Cuando los nombres fueron citados comprendí que había un malentendido, un error máximo, una disfunción de la cadena estatal, teniendo en cuenta las palabras del ministro del Interior de ese momento».

Cuando se le recuerda que participó en una manifestación de protesta pese a que esas armas pudieron haber sido utilizadas en el pasado para atentar contra «electos de vuestro partido hermano en España», Brisson apunta que «las armas no han servido solo para matar a electos del PP, aunque han servido también para matar a electos del PP. Estábamos en un proceso de paz iniciado desde Aiete, la violencia parecía alejarse. Los eventos de Luhuso daban la impresión de ser una marcha hacia atrás. Esta fue la primera razón de mi reacción que derivó en la participación en la manifestación. Cuando se conoce a las personas arrestada se sabe que son activistas en el campo de la legalidad. Los hechos nos dieron la razón». Brisson destaca el papel del prefecto Eric Morvan, a pesar de que buena parte de este no se ha hecho público por razones de «secretos de Estado».

¿Qué ha cambiado después del desarme? «Hay un después de Luhuso. Un primer paso, y no el menos importante, ha sido superado, el del desarme. Hubo una atmósfera que los organizadores del proceso quieren mantener viva, y tienen razón (…). Faltan las siguientes etapas, principalmente la de la aplicación del derecho común para los presos, e incluso más si se crean las condiciones».

Brisson recuerda que en su localidad, Biarritz, también se ha vivido la violencia, y pone como ejemplo que en el establecimiento en el que se lleva a cabo la entrevista hubo un atentado de los GAL con dos personas heridas. Por ello considera que «los electos de los partidos ‘tradicionales’ han recorrido un largo camino, pero los electos abertzales también. Han entrado en el juego del debate democrático con una nueva generación en la que encontramos personas de calidad, gestores. Y creo que ven enfrente a electos no abertzales que tampoco están en posturas dogmáticas». El senador sentencia que «nada de esto habría sido posible si antes no hubiéramos aprendido a conocernos».

¿Se podrá algún día abordar las causas políticas del conflicto? Podemos abordar todo en una democracia, no debemos esperar que todos estén de acuerdo en todo. Nunca diré que la historia del País Vasco francés es la misma que la de Euskadi, la CAV o Navarra. No participaré en una construcción nacional. No me convertiré en abertzale. Y los abertzale son una minoría, especialmente aquí. Nunca diré que el Gobierno francés ha instituido una represión en este territorio, aceptaré plenamente que se diga respecto al poder franquista. Un día habrá que plantear estas cuestiones».