El sindicato ErNE ha exigido la destitución del director de la Ertzaintza y del jefe de Inteligencia por el «caos» en los dispositivos especiales de la Policía autonómica en los últimos seis años en partidos internacionales de fútbol.

El sindicato les responsabiliza a ambos del «caos» de seguridad pública en los incidentes de los partidos del Athletic con Spartak de Moscú (2018), Apoel de Nicosia (2017) y Olimpique Marsella (2016), en el partido de la Real contra el Zenit (2017) y en el amistoso entre la selección vasca y Bolivia disputado en Anoeta (2012).

Según el sindicato policial, en los incidentes en esos cinco partidos 21 agentes resultaron heridos, así como decenas de aficionados, y hubo 18 detenidos.

Sobre el partido del Athetic y el Spartak de Moscu del pasado 22 de febrero, ErNE afirma que un ertzaina falleció «como consecuencia de los incidentes». Desde el departamento de Seguridad de Lakua, la consejera Estefanía Beltrán de Heredia explicó que el ertzaina fallecido Inocencio Alonso sufrió un infarto por causas naturales.

ErNE también asegura que otros seis agentes resultaron heridos en los incidentes, además de «cuatro aficionados heridos graves» y que hubo «cinco detenidos». En realidad, nueve personas fueron detenidas: cinco vascos, tres rusos y un polaco. Todos quedaron en libertad con cargos el viernes.

ErNE no ha incluido en su listado el operativo del Athletic-Schalke 04 (2012), en el que murió de un pelotazo de la Ertzaintza el aficionado del Athletic Iñigo Cabacas. Tampoco ha mencionado los incidentes contra el Anderlecht en 2010 y PSG en 2011.

Concentración

El sindicato ha recordado que este jueves, 1 de marzo, ertzainas y policías locales están convocados frente al Parlamento de Gasteiz, a las 8.30 horas, bajo el lema «Nahikoa da», para denunciar «la precariedad, falta de medios, falta de previsión en eventos deportivos e incapacidad manifiesta de los responsables políticos y policiales de este Gobierno Vasco, que anteponen su imagen a la seguridad de los ciudadanos y de los propios funcionarios de la Policía vasca».