«Valoramos positivamente que las administraciones vascas asuman la recuperación del patrimonio del periódico ‘Egin’, que nunca debió de ser clausurado y que sufrió un cierre ilegal, traumático e injusto. La desidia judicial y política ha provocado que gran parte de ese patrimonio se haya perdido o esté dañado, pero consideramos que es importante recuperar parte de ese legado.
En este momento, deseamos recordar a las víctimas de aquel atropello contra la libertad de expresión y de prensa, principalmente los y las lectoras del periódico y los trabajadores de ‘Egin’. Junto con el duro golpe a las libertades de nuestra sociedad que supuso aquel cierre, al que seguirían otros, ellos y ellas padecieron en primera persona esta injusticia. Dentro del ejercicio de memoria y en relación a la violación de derechos humanos, tenemos que recordar particularmente a los y las ciudadanas vascas que sufrieron un proceso judicial perverso y que han padecido condenas de cárcel totalmente injustas.
Queremos también recordar que las consecuencias de ese cierre ilegal perviven, debido a que la instrucción del juez Barltasar Garzón provocó que la deuda de ‘Egin’ con la Seguridad Social se le imputase a GARA. Primero cerraron ilegalmente un periódico y luego quisieron condicionar económicamente el desarrollo de un nuevo proyecto periodístico. Tras catorce años en suspensión de pagos, pedimos a las administraciones vascas que, tal y como va a hacer con el patrimonio de ‘Egin’, tome cartas en el asunto de la deuda. Esta situación afecta a la libertad de prensa, condiciona nuestro desarrollo como industria cultural y mantiene en una situación de inseguridad a nuestras empresas y trabajadores».