Las palabras pronunciadas por Munilla en su programa de Radio María, en el que dijo que «el demonio» había «metido un gol desde sus propias filas» al feminismo, han merecido el reproche unánime de dirigentes del Gobierno de Lakua, la Diputación de Gipuzkoa y los ayuntamientos de Donostia y Bilbo.
El propio Munilla, que este martes ha participado en un acto en la Universidad de Deusto, se ha ratificado en sus afirmaciones, aunque ha rechazado algunas interpretaciones que a su juicio se han hecho de sus palabras.
«La frase» que pronunció el obispo, tal y como ha matizado, es que, «aparte de la violencia machista, la mujer está asumiendo un holocausto femenino, del cual nadie habla y por el que faltan 120 millones de mujeres, debido al aborto selectivo», y ese «es el gol que el demonio ha metido al feminismo radical».
Rechazo generalizado
El movimiento feminista de Bizkaia ha aprovechado la rueda de prensa en la que han presentado los actos convocados para este jueves para remarcar que es «intolerable» que la Iglesia «se siga metiendo con la vida, la salud y el cuerpo» de las mujeres.
Una de las representantes del movimiento, Anabel Sanz, ha añadido que estas declaraciones «serían motivo de bromas» si no fuera por el poder de la institución eclesiástica.
El portavoz del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka, ha opinado que la postura de Munilla es «incomprensible, desafortunada e inoportuna».
«Dudo seriamente de que alguien en la sociedad vasca pueda comprender su sentido, alcance y contenido, pero dudo también seriamente de que incluso sea compartido de manera generalizada en el seno de la comunidad eclesial», ha dicho el portavoz del Ejecutivo autonómico.
También el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha censurado las palabras de prelado, de las que ha dicho que se sitúan «fuera de lo que piensa la mayoría» de la ciudadanía del herrialde.
Aunque ha admitido que no ha escuchado las palabras de Munilla, sino que ha leído «los titulares», estos recogen «conceptos y modos de apreciar la realidad que están absolutamente fuera de lo que en este momento es el territorio de Gipuzkoa» y «no coinciden con el punto de vista de la mayoría de la ciudadanía».
Por su parte, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha opinado que las declaraciones del obispo son «absolutamente anacrónicas» y están «fuera de todo lugar».
«Me parece que es vivir en otro mundo», ha dicho Goia, quien ha añadido que tiene la impresión de que Munilla «lleva demasiado tiempo metiéndose goles en propia puerta» y este «es un caso más».
Su homólogo de Bilbo, el alcalde Juan Mari Aburto, ha manifestado que no se siente representado por las reflexiones del prelado, de quien ha dicho que «una vez más, ha patinado».
Por su parte, la parlamentaria de EH Bildu Oihana Etxebarrieta reaccionó a través de Twitter a las palabras del prelado. «Nuestros obispos siguen con el mismo discurso desde la época de la Inquisición, pero recordad: somos las hijas de las brujas que no pudisteis quemar».
Inkisizio garaitik diskurtso berdinarekin jarraitzen dute gure gotzainek, baina gogoan hartu: Erre ezin izan zenituzten sorginen alabak gara! https://t.co/6x7CBjr5vS
— Oihana Etxebarrieta (@BetaurrekoMorea) 2018(e)ko martxoak 5
El secretario general del PSE de Gipuzkoa, Eneko Andueza, ha dicho que las palabras del obispo donostiarra «banalizan la desigualdad contra la que luchan las mujeres y demuestran una gran insensibilidad ante los problemas que estas sufren».
«Son referencia propias de los procesos de la Santa Inquisición contra herejes y brujas. Si pudiera, Munilla mandaba a la hoguera a las feministas», ha asegurado.
En el mismo sentido, la coordinadora de Ezker Anitza-IU en Gipuzkoa, Arantza González, ha asegurado que el obispo «tiene miedo a las mujeres y al movimiento feminista que las ha empoderado».
«Las mujeres no necesitamos el tutelaje de los hombres, ni de las religiones para decidir si queremos o no ser madres, o decidir cómo vivimos nuestra sexualidad», ha dicho González.