En una declaración leída ayer a los jueces instructores antes de que estos decidieran su imputación, publicada este jueves por ‘Le Figaro’ en su página internet, Sarkozy se quejó de que se le acuse «sin ninguna prueba material» a partir de declaraciones de Gadafi y de personas de su círculo movidos, según asegura, por una voluntad de revancha.

Destacó que esas acusaciones comenzaron en marzo de 2011, justo cuando una coalición internacional con participación francesa promovida lanzó una intervención militar contra el Gobierno de Gadafi. «Vivo el infierno de esta calumnia», lamentó. «Yo fui el jefe de la coalición que destruyó el sistema Gadafi y he pagado un fuerte tributo por esta campaña raramente igualada de barro, de calumnias y de insensateces».

Sarkozy, que ha sido inculpado por haber recibido dinero del régimen del derrocado líder libio, pidió a los jueces antes de que tomaran esa decisión que se hicieran cargo de «la profundidad, la gravedad, la violencia y la injusticia» que se le haría con esa decisión.

E hizo notar que ya ha «pagado mucho» por este asunto, ya que según su análisis fueron esas acusaciones las que motivaron su derrota en la segunda vuelta de las presidenciales de 2012 frente a François Hollande.

También atribuye a esa «campaña» el hecho de que en noviembre de 2016 tampoco ganara las primarias de la derecha, en las que finalmente se alzó con la victoria François Fillon.