Primera pregunta en la rueda de prensa de Kuko Ziganda de ayer tarde en Lezama: «¿Con qué ánimo va su equipo al Bernabéu?». El técnico navarro coge aire, se toma unos segundos, y como si se la hubieran puesto botando, deja fluir la profunda frustación que lleva dentro y escupe lo que es todo un toque de atención a sus jugadores tras la deplorable imagen que el equipo dio en la primera parte ante el Deportivo. Ojo a su contestación en puertas de visitar un estadio merengue del que en las últimas campañas los leones se vienen con una media de tres goles en la maleta: «Creo que tenemos que ser conscientes de los seis partidos que nos quedan, de lo que representamos, de lo que significa cada partido que vamos a jugar... Creo que tenemos que tener más dignidad que nunca, en lo deportiva digo, y saber afrontar cada partido con la seriedad, con el rigor y con la importancia que requiere jugar en el Athletic. Somos conscientes de lo que representa cada partido, de lo que representa el club, la historia que tiene, los seguidores, el año que llevamos y por obligación, por profesionalidad y amor a lo que estamos haciendo, nuestra obligación es ir con toda la ambición del mundo y tratar de hacer un gran partido». De carrerilla, oigan, como si lo trajera de casa esperando eso, que se la pusieran botando.
Probablemente, una de las reflexiones más sinceras que Ziganda haya esbozado de manera pública. Y ese cabreo que se antoja tiene calado muy hondo tras la derrota ante los gallegos, lo apuntaló al confesar que «lo del Depor ha sido, personalmente, una grandísima decepción, un palo muy grande». Poco más que matizar ante todo un testamento personal de un entrenador que mentó en su comparecencia más de una vez lo mala que estaba siendo la temporada y que pide, directamente, a los suyos, «más dignidad deportiva que nunca». Es como si, directamente, se hubiera sentido traicionado sobre todo con ese revés del sábado.
El navarro, y debemos suponer que también los propios jugadores, son conscientes de que una salida al Bernabéu ante la voracidad blanca de los Ronaldo y compañía como la protagonizada el sábado en San Mamés, puede acabar en una carnicería. Si el Athletic, los jugadores a los que les toque mantener el tipo en el coliseo madrileño, bajan sus prestaciones y la cosa acaba no con derrota sino peor, entonces sí que lo que resta de curso se puede hacer muy, muy largo. Es como si para Ziganda lo sucedido ante el Depor hubiera sido un punto de inflexión personal. Una decepción, como decía, no solo el partido, sino el curso al completo, en el que parece claro que equipo y técnico no han hablado el mismo idioma, no ha habido sintonía deportiva. «La temporada no es buena y ya está. Quedan seis partidos para aprovechar. Ver la actitud que tenemos. La disposición más que la actitud, de cómo afrontramos cada partido», reiteró ese mensaje a sus futbolistas.
Por si alguno no captara su toque de atención, el navarro insistió en su mensaje al ser cuestionado por los encuentros que restan, incluidos dos derbis: «Este año no está siendo bueno, lo sabemos, pero en el momento que bajas un poco... –nueva alusión al día del Depor–, todos los contrarios se juegan algo, tienen objetivos concretos, y el Madrid sabemos qué rival es, que normalmente te gana, los derbis ya sabemos la rivalidad que hay, y luego en casa, con el año que llevamos... como para no intentar hacer cosas, como para no mejorar el año que estamos haciendo. Vamos a confiar en un fin de año en el que se vea algo de luz en el túnel en que hemos estado metidos».
Sin elevar el tono, sin estridencias, Ziganda la ha pasado cortita y al pie. La pelota está en el tejado de sus jugadores.
Núñez e Iturraspe apuntan su vuelta a la titularidad
Zinedine Zidane no parece que vaya a reservar nada para esta noche en el Bernabéu, toda vez que Ronaldo, Modric, Bale o Varane no viajaron a Málaga y que el Madrid descansa este fin de semana dado que su rival, el Sevilla, juega el sábado la final de Copa. En el lado bilbaino, Kuko Ziganda admitió que la vuelta al once de Núñez e Iturraspe es una posibilidad real, mientras que no parece que Muniain salga de inicio. «Iker está entrando en momentos justos del partido. Ha tenido muchísima actitud y le ha dado chispa al equipo», añadió. No precisó mucho más, salvo que confirmó que en los dos últimos partidos la decisión de prescindir de Aduriz ha tenido que ver con decisiones tácticas para probar a Williams en esa posición, en tanto en los encuentros anteriores la explicación tuvo que ver con las rotaciones: «Era un buen momento para probar y que Aduriz ejerza su liderazgo fuera del campo y no dentro de él». Por cierto, preguntado por los silbidos a Beñat el sábado o en su día a San José, no los cuestionó. «Los jugadores y el entrenador sabemos que se puede mejorar, pero sabemos que si hacemos bien las cosas cambia rápido no, lo siguiente. San José no tuvo un buen inicio de año, creo que ha cogido su tono y tiene que ser una motivación para todos», apuntó. Respecto a Beñat, nada de nada.J.V.