A orillas del lago Leman, en Ginebra, capital global de la diplomacia, se encuentra la Villa Plantamour, una coqueta edificación del siglo XIX con cierto parecido al palacio de Aiete. Ha sido allí, en la sede del Henri Dunant Centre for Humanitarian Dialogue, donde se ha hecho público ante representantes de la comunidad internacional la decisión de ETA de dar por concluido «su ciclo histórico».
Allí estaban, además de varios medios vascos y suizos, junto a la BBC, figuras relevantes como la exministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, una de las pocas que ha accedido a presentarse de forma pública. Según han informado fuentes del HDC, entre el público se encontraban numerosos representantes de la comunidad internacional, los cuales han preferido guardar discreción.
En una sala del HDC, y en tono solemne, ha sido el director del centro, David Harland, el encargado de comunicar la noticia –ha informado que ETA les hizo llegar recientemente las conclusiones de su debate interno, en el que participaron más de 3.000 militantes– , leer el comunicado y añadir una lectura propia en la que ha recordado en primer lugar a las víctimas de la violencia de ETA, tras lo cual ha recordado también a todas las víctimas del largo conflicto vasco. Por todas ellas se ha guardado un solemne minuto de silencio.
Harland ha recordado también que el fin de ETA era la principal demanda de los Estados francés y español. «Eso ha ocurrido hoy», ha zanjado de forma tajante, tras lo cual ha agradecido a cuatro personas su aportación en el camino de la paz: Jesús Eguiguren, José Luis Rodríguez Zapatero, Iñigo Urkullu y Arnaldo Otegi.
«Ahora empieza un largo camino de reconciliación», ha acabado Harland, que ha cedido la palabra a Raymond Loretan, miembro de la fundación del HDC, que ha agradecido a todos los agentes implicados en un largo camino que hoy ha tenido un excepcional punto de inflexión en Ginebra y que mañana seguirá en Kanbo.