En su intervención en el debate de investidura del Parlament, la líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, ha opinado que Torra no viene a «dirigir» un gobierno sino un «CDR», desde su «nacionalismo identitario excluyente»: «Usted representa más leña al fuego», ha denunciado.
El actual líder de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, ha expresado su coincidencia con Torra y ha avisado de que «España gana o pierde, pero nunca negocia por voluntad propia».
El líder del grupo PSC-Units, Miquel Iceta, ha reprochado a Torra que acepte ser un president «rebajado y subordinado» a Puigdemont, ha lamentado que solo se dirija a los catalanes independentistas y le ha instado además a renunciar a la vía unilateral «fracasada».
El presidente del grupo parlamentario Catalunya en Comú-Podem, Xavier Domènech, ha pedido a Torra que deje de «aferrarse» al «legitimismo» de Puigdemont y ha afirmado: «Catalunya necesita dejar de resistir y empezar a construir y ganar».
El diputado de la CUP Carles Riera se ha mostrado crítico con el discurso de Torra, por considerar que JxCat y ERC desean entrar en «un ciclo autonómico» en lugar de apostar por «la desobediencia y la unilataralidad" para «construir la república».
El presidente del PPC, Xavier García Albiol, ha advertido a Torra de que «la democracia responderá como ya ha hecho con aquellos que ya lo han intentado» si decide pasar «de las intenciones a los hechos» en su apuesta por instalarse en el «conflicto».
Por su parte, el portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, ha alabado el discurso de Torra y ha avisado de que «el compromiso con el 1-O es tozudo e irreversible, porque el 1-O lo cambió todo».