El Giro ha vuelto a plantear un final interesante, con un puerto de cuarta a ocho kilómetros de meta que, junto a la lluvia que ha caído en los alrededores del circuito de Imola, ha provocado varios movimientos en los kilómetros finales.
El viento también ha hecho acto de aparición, e incluso ha provocado cortes en los que se han visto afectados corredores como Domenico Pozzovivo o Richard Carapaz, que han podido salvar la situación. Así, los últimos kilómetros se han centrado en la lucha por la victoria de etapa.
Tras neutralizar la escapada del día y un movimiento postrero de Tim Wellens, especialista bajo la lluvia, ha llegado el puerto final, donde se ha movido Diego Ulissi. Ha abierto hueco y en los últimos metros de la subida se le ha sumado Carlos Betancur. Matej Mohoric, que no se ha conformado con la victoria del martes, ha vuelto a demostrar sus dotes en descenso y se ha lanzado hacia adelante. Solo Betancur le ha podido coger la rueda.
Así se han plantado en el circuito de Imola y Sam Bennet ha tenido que lanzar el esprint desde muy lejos. Una jugada arriesgada pero que ha dado su fruto, ya que nadie ha podido cogerle la rueda y el irlandés ha sumado su segunda victoria.
Mañana los esprinters tendrán una nueva opción, antes de las etapas de alta montaña del fin de semana.