Aritz INTXUSTA

Infatigables al luchar por su dignidad y el futuro de todos

Los pensionistas navarros salen nuevamente a las calles para exigir un sistema de pensiones digno, sostenible y que no quede al albur de los intereses políticos del momento. «Somos conscientes de que en nuestra movilización y lucha unida está la mejor garantía de nuestro futuro», proclaman en una nueva marcha.

Unas 2.000 personas se echaron ayer a la calle para reivindicar unas pensiones dignas y en respuesta al llamamiento de la plataforma Mayores Frente a la Crisis y la Coordinadora Navarra Por la Defensa de un Sistema Público de Pensiones. La marcha arrancó desde de la Plaza de Merindades parándose cada pocos metros para que la gente se apiñara, y enarbolando pequeños carteles con lemas como “El 0,25 es una mierda” o “Los que hoy somos robados mañana somos los que votamos”.

Pese a este avanzar con cadencia pesada, la manifestación desbordaba energía con lemas y cánticos de todo tipo. Así, se oyó con fuerza: “El pueblo unido jamás será vencido”. O algunas protestas de tono más ácido, como “Los borbones, a los tiburones”, “Los chorizos, mejor colgaos” y “Sin pensión, no hay calefacción”. Al alcanzar la altura de la sede de UPN, los pensionistas señalaban el balcón al grito de “Ahí está la cueva de Alí Babá”. Luego retomaron la marcha por la rotonda de Príncipe de Viana con el cántico futbolero de “A por ellos, oé”.

Varios de los coches que quedaron parados al otro lado de la mediana de la Avenida Conde Olivetto, la emprendieron a bocinazos y aplausos en apoyo a la marcha. Los manifestantes respondieron con más aplausos e invitándoles a sumarse a la marcha. “No nos mires, únete”, les decían. Entre los protestantes, además de muchos pensionistas, se encontraban solidarios y representantes de, al menos, EH Bildu, Podemos y el PSN.

Una revalorización real

«A la vuelta de la esquina, las pensiones se han convertido en mercancía de trueque entre dos partidos, PP y PNV, en un clamoroso renuncio, uno más, de todas las afirmaciones y proclamas que el sr. Rajoy había hecho hasta ahora. ¿Hay recursos o no los hay?», aseguraron.

En este sentido, los convocantes denunciaron que las leves mejoras han sido logradas gracias a la presión y las calles. No obstante, sostienen que se trata de medidas «coyunturales y sin garantía de futuro». Tampoco ven solidez y estabilidad en el retardo hasta el 2023 del llamado «factor de sostenibilidad», pues esta dilación no significa que el Gobierno haya renunciado a aplicarlo.

Frente a ello, en el acto que cerró la protesta se reivindicó «la equiparación de la pensión mínima al SMI» como paso previo a la consecución de la pensión mínima de 1.080 euros que se fija en la Carta Social Europea. También se exigió la derogación de la reforma laboral para poner fin a una precariedad que afecta a todo el sistema de pensiones.

También se exigen medidas para «eliminar la brecha de género en las pensiones», así como que el Gobierno deje de apoyar los planes privados de pensiones, pues «son un negocio para los bancos y un fiasco para los ahorradores». Frente a ello, exigen apostar de forma decidida por el sistema público de pensiones.