«Seguimos y seguiremos a vuestro lado; la lucha política continúa»
Procedente de una respetada familia republicana, Michelle O’Neill representa, junto a Mary Lou McDonald, sucesora de Gerry Adams, el nuevo rostro de Sinn Féin, un partido con vocación de gobierno y la aspiración intacta de lograr una Irlanda unida.
Michelle O’Neill formará parte de la amplia representación internacional que esta tarde asistirá al acto organizado por Sortu en Miribilla y, junto al presidente de la Asamblea Nacional Corsa, Jean Guy Talamoni, tomará la palabra en nombre de las delegaciones invitadas. Lo hará como vicepresidenta de Sinn Féin y dirigente del movimiento republicano, un colectivo hermanado con la izquierda abertzale desde hace décadas y que afronta un momento clave en su lucha hacia la unidad de Irlanda.
Usted sustituyó a Martin McGuinness en 2017, y Mary Lou McDonald ha sido elegida presidenta de Sinn Féin, asumiendo el cargo que ostentaba Gerry Adams. Ambos han sido los líderes del partido durante más de tres décadas. ¿Qué significa para Sinn Féin un cambio tan importante en su liderazgo?
La regeneración es un elemento indispensable para cualquier partido político. Como parte de una nueva generación, asumimos el liderazgo de manos de unos gigantes del republicanismo irlandés, y nuestro trabajo ahora es aportar métodos modernos e innovadores para avanzar en nuestras políticas, y exponer nuevas ideas que nos permitan seguir adelante. Nuestro objetivo es hacer de Sinn Féin una organización capaz de ganar las elecciones, de incrementar nuestra fuerza política, hacer patente nuestra ambición de gobernar tanto en el norte como en el sur y, finalmente, conseguir la unidad de Irlanda.
Han reemplazado a dos veteranos de los tiempos de la insurgencia y del acuerdo político por dos políticas jóvenes, mujeres, y vinculadas al trabajo comunitario y a la lucha electoral. Visto desde fuera, parece un gran paso. ¿Cómo lo viven ustedes desde dentro?
Es un honor enorme, que asumo con humildad, haber sido elegida por los miembros de nuestro partido para ostentar el cargo de vicepresidenta y líder adjunta de Sinn Féin, y comandar un movimiento nacional que incluye grupos de hombres y mujeres valientes y comprometidas que están en primera línea en la búsqueda del cambio social y político para Irlanda. No subestimo la importancia del reto ni la responsabilidad, pero soy republicana, y mi día a día pasa por trabajar para lograr la reunificación de Irlanda y por proporcionar avances que constituyan un beneficio para todos los ciudadanos irlandeses.
¿Considera que este cambio representa de alguna manera el cambio que se está produciendo en la sociedad irlandesa?
¡Sí! No puede haber liberación sin liberación de la mujer. Nos adentramos en un periodo determinante en la historia política de Irlanda, en un contexto particular como es el del Brexit. Las oportunidades para un cambio real están a nuestro alcance. Es, asimismo, momento de que haya más mujeres liderando la actividad pública, política y de Gobierno. Y es tiempo también para que una mujer lidere el próximo Gobierno irlandés.
En el caso de Martin McGuinness (fallecido el 21 de marzo de 2017) ¿qué representa para usted? ¿Cuál es su legado?
Yo tuve el privilegio y el honor de trabajar junto a Martin, como compañeros y miembros de la Asamblea, y como ministra en el Ejecutivo que él lideró desde 2007. Martin McGuinness fue un visionario político. Su principal legado es que jugó un papel clave y determinante en el cambio fundamental que se produjo en nuestra sociedad y en la transformación de las relaciones, tanto en el seno de Irlanda como entre Irlanda y Gran Bretaña. Como negociador jefe de Sinn Féin, asumió un enorme reto y responsabilidad; lograr la confianza y el apoyo de la comunidad nacionalista y construir con éxito un camino hacia la paz ajeno al conflicto y la división. Se forjó una reputación como un negociador político capaz y de gran envergadura; como político que anteponía el interés de la ciudadanía; y como ministro del Gobierno.
Martin trabajó sin descanso y con firmeza en defensa de nuestro proceso de paz, trabajó para avanzar en la reconciliación de nuestra comunidad y para construir un futuro mejor para nuestra juventud.
Volviendo al asunto del liderazgo, el empoderamiento de las mujeres ha sido parte de su posición de partido durante largo tiempo. ¿Cómo ha cambiado esto sus políticas? ¿Es usted, al menos en parte, el resultado de esta actitud?
Sí, absolutamente. Durante la historia del republicanismo irlandés, mujeres y hombres hemos entendido la conexión entre la libertad de Irlanda y la igualdad, los derechos de las mujeres. Es muy significativo que el movimiento republicano irlandés haya dado una expresión real y significativa a nuestros valores eligiendo a dos mujeres para que lideren el partido. Y yo estoy orgullosa de que una líder republicana fuerte, capaz y moderna, feminista e internacionalista –Mary Lou McDonald– esté ahora liderando nuestro partido en esta lucha, y estar junto a ella en este esfuerzo para hacer frente a las batallas que nos aguardan para cambiar y unir nuestro país.
En el Norte llevan más de un año afrontando una crisis institucional en Stormont. ¿En qué momento se encuentran?
Los líderes del unionismo político quieren contener los avances y mantener el status quo, como han demostrado recientemente a través del DUP, que ha colapsado las conversaciones para restituir las instituciones políticas y ha abandonado el borrador de acuerdo que alcanzamos conjuntamente en febrero. Las instituciones políticas que apuntalan el Acuerdo de Viernes Santo sólo tienen valor si cuentan con la confianza y el respaldo de la gente para cuyo servicio fueron establecidas. Sólo tienen significado si están basadas en los principios de igualdad y respeto mutuo sobre los que fueron fundadas. En su última aparición pública, Martin McGuinness emplazó a la gente a optar por la esperanza frente al miedo, y asentar la igualdad y el respeto para toda la ciudadanía en el corazón de las instituciones.
Yo estoy centrando mi energía en la misma estrategia y la visión que él tenía y que compartimos, que es lograr la reconciliación, construir puentes entre comunidades, sanar las heridas del pasado y restablecer las instituciones de poder compartido y un Gobierno de colaboración que trabaje para todo el mundo. La situación actual no lo hace. El statu quo, no es una opción.
¿Es su primer viaje a Euskal Herria? ¿Qué le han dicho sus compañeros antes de venir?
Para mí es un honor especial estar en Euskal Herria como representante de Sinn Féin. Existe una gran amistad entre nuestra lucha en Irlanda y la lucha en Euskal Herria. El intercambio anual de jóvenes activistas irlandeses y vascos entre nuestros respectivos países es muy alto. Esto ha ocurrido durante décadas, creando amistades duraderas y solidaridad mutua. Gerry Adams y otros líderes han viajado de forma regular a Euskal Herria para participar en este debate y animar a su desarrollo, y todos nosotros estamos con vosotros hoy, y en el futuro, en la medida en que nuestras luchas políticas continúan.
El movimiento republicano ha estado apoyando el proceso de paz en Euskal Herria durante mucho tiempo. ¿Qué deberíamos aprender los vascos del proceso irlandés?
¡Nosotros no nos arrogaríamos la capacidad de decir a ninguna organización que lucha qué debería hacer! Lo que podemos hacer, y hemos hecho en varias ocasiones, es relatar nuestra experiencia en la lucha, en el desarrollo de un proceso de paz y desear que lo hayan encontrado útil. Este es un momento realmente decisivo, un hito, por los esfuerzos realizados por alcanzar una paz duradera y lograr un acuerdo político que respete el derecho vasco a su libre determinación. Ahora existe una enorme responsabilidad en los gobiernos español y francés, y en todos los demás partidos políticos, para aprovechar la oportunidad que brinda este momento extraordinario.
Sinn Féin ha apoyado los esfuerzos encaminados a desarrollar un proceso de paz en Euskal Herria desde hace más de 20 años. Nosotros deseamos que todos aquellos implicados en el proceso vasco encuentren en nuestra experiencia la constatación de que incluso situaciones de profunda división y aparentemente infranqueables pueden resolverse mediante negociaciones políticas. Hacer la paz es un gran reto, de enorme dificultad. Exige que nosotros mismos busquemos qué motiva, inspira y mueve a nuestros adversarios. Al final, como Madiba –Nelson Mandela– decía, hay que hacer amigos entre nuestro enemigo.
Cada conflicto es diferente pero es posible fijar guías o principios que puedan contribuir a un proceso de paz. Estos incluyen: poner en marcha un proceso de diálogo inclusivo; abordar las causas que se hallan en el origen del conflicto; asegurar un compromiso de buena fe por todas las partes, con todas ellas tratadas por igual y que sus autoridades sean respetadas; incluir todos los temas en el orden del día; que no haya condiciones previas ni vetos; y tampoco ningún intento de determinar previamente el resultado o de impedir un resultado determinado. También deberían fijarse plazos para su implementación. El proceso de negociación es un estadio más de la lucha, es más que un evento aislado.
Hay compromisos difíciles que Sinn Féin ha tenido que adoptar para alcanzar la situación en la que se halla ahora. Hemos hecho giros y movimientos, pero sin desviarnos del objetivo principal. Y Sinn Féin ha ampliado su respaldo popular y se ha extendido nacionalmente, con más de medio millón de personas que votan hoy a nuestro partido, y que principalmente lo hacen en apoyo a la independencia nacional de Irlanda y a nuestra soberanía. Porque la gente tiene fe en nuestro liderazgo, estrategia y visión de un país que queremos construir, transformar y liderar.
«En 5 años debería votarse sobre la unidad de Irlanda»
En marzo de 2017 usted emitió un comunicado llamando a celebrar un referéndum sobre la unidad de Irlanda «lo antes posible» en respuesta al Brexit. ¿Cree que el Brexit podría ayudar a la unidad de Irlanda? Es de suponer que muchos unionistas no estarán de acuerdo con establecer una nueva frontera entre el sur y el norte… ¿Puede ser esta una oportunidad para convencerles de que una Irlanda unida es la mejor opción?
El Acuerdo de Viernes Santo proporciona un camino pacífico y democrático hacia la unidad de Irlanda. Sinn Féin cree que debería celebrarse un referéndum para votar sobre la unidad de Irlanda en los próximos cinco años. Creo que las oportunidades para un cambio real están a nuestro alcance. Considero que ahora es el momento de planificar una Irlanda nueva, acordada y unida. Una Irlanda en la que todas las identidades y tradiciones tengan su lugar y la oportunidad de contribuir conjuntamente, unionistas y nacionalistas, a forjar nuestra nación compartida. Sinn Féin está en camino de transformar Irlanda y erigir nuestro país para toda su ciudadanía. Somos un partido que busca una Irlanda unida y quiere el final de las injerencias del Gobierno británico en los asuntos irlandeses.
La partición dividió a nuestra gente, nuestra economía, nuestros servicios públicos y el propio sistema democrático. Fue injusta, equivocada y ha fracasado. La demanda del fin de la partición ha adoptado ahora una nueva dinámica a causa del Brexit. Hay un sentimiento fuerte que recorre Irlanda, el sentimiento de que ahora entramos en una nueva era política; existe un nuevo debate en torno al futuro que está ahí fuera y va más allá de la clase política. La gente entiende que todo esto trata sobre nuestro futuro, no sobre el pasado, y que las apuestas políticas son de gran calado. Las viejas certidumbres ya no existen.
Los ciudadanos del Norte de Irlanda saben que el Brexit va a ser un desastre para nuestra economía y es por eso precisamente que una mayoría transversal votó en contra de esa medida en junio de 2016. Es por tanto nuestra tarea convencer y explicar a toda esa gente, a todos esos sectores y comunidades, por qué es mejor para su propio interés económico y político compartir el poder no sólo en Stormont sino en una Irlanda-entera construida entre todos nosotros.