Según explican agencias de información citando fuentes del Departamento de Seguridad de Lakua, el hombre de 35 años se trasladó a su domicilio tras ser dado de alta en el centro hospitalario, donde permaneció en calidad de imputado, pero «al saber que el juez» encargado del caso había dictado una orden de detención contra él, se presentó en una comisaría de Bilbo donde fue detenido.

Está acusado de los delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad del tráfico por causar el accidente que provocó la muerte de una persona en la rotonda de Artaza. El fallecido era un agente de la Ertzaintza de 29 años.

Al parecer, el turismo en el que viajaba fue arrollado por otro vehículo conducido por una persona que dio positivo en las pruebas de alcohol y drogas. El secretario general del sindicato Erne, Roberto Seijo, afirmó que la muerte del agente, que se dirigía a la comisaría de Hernani a trabajar, debería ser considerado como un homicidio involuntario.