«Haré todo lo posible para que las concertinas puedan ser retiradas», ha declarado Grande-Marlaska en una entrevista en Onda Cero.

La inmigración ha sido uno de los temas centrales de la conversación, y el ministro ha señalado que el tratamiento a los inmigrantes del Aquarius que están siendo trasladados al Estado español será el mismo que el que se da a los que llegan en pateras desde Argelia o Marruecos.

«Se aplicará la ley», ha remarcado, para explicar que se tramitarán los expedientes que correspondan para su regularización administrativa, bien de asilo o de expulsión.

Preguntado si eso significa que serán internados en los CIE, el titular del Interior ha puntualizado que, en todo caso, no todos los inmigrantes acaban en estos centros, ya que no hay capacidad suficiente, y que muchos son acogidos por ONG que colaboran con el Gobierno en esta materia.

Presos catalanes, en manos del juez Llarena

Por otro lado, Marlaska ha sido preguntado por un posible acercamiento de los presos políticos catalanes. Ha explicado que, al ser presos preventivos, la decisión del traslado está en manos del juez, en este caso de magistrado del Supremo Pablo Llarena.

El ministro ha argumentado que en el caso de los presos preventivos el juez suele decidir que ingresen en una cárcel próxima al órgano judicial que lleva a cabo el procedimiento por si es necesario hacer más diligencias, citarle...

Pero ha añadido que si el juez cree durante un tiempo prudencial transitorio no va a necesitar requerir al preso y estima que no hay inconveniente alguno en trasladarle de cárcel, podría tomar esa decisión. «Se podría y se debería evaluar», ha resaltado Grande-Marlaska, quien ha defendido que se trataría de «conjugar los dos intereses».

Posteriormente se ha dado a conocer que la diputada del PSOE Ana María Botella Gómez será la secretaria de Estado de Seguridad, la número dos del Ministerio de Interior, en sustitución de José Antonio Nieto.