La decisión ha sido tomada durante una reunión celebrada entre los republicanos y ha sido anunciada poco después por los líderes del partido. La votación había sido pospuesta anteriormente hasta este viernes para dar más tiempo a la formación para perfilar el proyecto de ley.
Este mismo jueves, la Cámara Baja rechazó la versión más dura de la reforma migratoria, una de las dos opciones que ha lanzado el Partido Republicano para tratar de neutralizar la polémica surgida en torno a la política migratoria del Gobierno del presidente, Donald Trump.
Los congresistas rechazaron con 231 votos en contra y 193 a favor la conocida como ‘ley Goodlatte’, elaborada por el presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, Bob Goodlatte. La versión más moderada, la conocida como ‘ley de compromiso’, se iba a votar este viernes antes de conocerse el aplazamiento.
Los dos proyectos limitan la acción del DACA, porque acaban con ciertos visados, pero ofrecen un estatus legal a los llamados ‘dreamers’. La diferencia es que la ‘ley de compromiso’ brinda un camino hacia la ciudadanía estadounidense y la ‘ley Goodlatte’ cierra definitivamente esta vía.
«Creo que el hecho de que estén revisando el proyecto de ley, sección por sección, a las 17.15 (hora local) del día previo a su votación, es señal de que hay trabajo por hacer», ha aseverado el congresista republicano Mark Amodei durante una rueda de prensa.
El presidente de Estados Unidos se ha comprometido a firmar la ley que salga del Congreso y ha instado a los demócratas a posicionarse. «Un tango es cosa de dos», ha dicho durante la reunión de Gabinete que celebrada en la Casa Blanca.
Los congresistas demócratas se han mostrado contrarios al proyecto de ley debido a que plantea amplios recortes en materia migratoria y asegura el financiamiento del muro fronterizo. Si la Cámara Baja da finalmente el visto bueno y envía el texto al Senado, el Partido Demócrata podría bloquear su aprobación.
Las votaciones en la Cámara Baja llegan en medio de una profunda crisis política para los conservadores, después de que el presidente, Donald Trump, impusiera hace unas semanas una política de «tolerancia cero» para la inmigración irregular, que ha causado la separación de más de 2.000 niños de sus padres.
Trump insiste en que solo el Legislativo puede actuar de manera efectiva sobre el asunto, pero se trata de una medida unilateral del Ejecutivo, con la que el magnate quiere forzar a los demócratas a aprobar fondos para la construcción de su prometido muro con México y la reducción de la inmigración irregular.
Por su parte, los demócrata han planteado ya varias propuestas para votar de forma específica e independiente sobre la prohibición de la separación familiar de los inmigrantes, pero el liderazgo republicano y el propio Trump se niegan a ello si el texto no contiene además duras medidas para evitar la inmigración.
El presidente de la Cámara Baja, el republicano Paul Ryan, ha admitido que la votación sobre los citados proyectos de ley tiene como «objetivo» frenar a los republicanos moderados en su intento por forzar el voto sobre sus propuestas, que podrían obtener el visto bueno de los demócratas pero no el beneplácito del presidente.
Mientras, el «número dos» de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, ha explicado que la demora sobre la segunda legislación tiene la intención de dar más tiempo a los congresistas para estudiar el texto, un intento de sumar los 218 necesarios para su aprobación.