Tras el bajón de los años 2014 y 2015, la rehabilitación de viviendas ha recuperado su importancia como un sector de futuro, ligado a criterios de sostenibilidad, utilización ordenada del territorio y eficiencia energética.

La nueva Ley Foral 22/2016, de 21 de diciembre, que incrementó las ayudas existentes y las facilidades para poder llevar a cabo rehabilitaciones protegidas, ha supuesto un impulso para el sector que se refleja en el número de expedientes tramitados durante los últimos doce meses (junio 2017 – mayo 2018): 1.288 expedientes y 4.853 viviendas a rehabilitar, frente a 528 expedientes y 2.695 viviendas del período junio 2015 – mayo 2016, así como en la inversión prevista (54.300.000 euros mientras en 2016 llegaba a 36.000.000 euros) .

Conforme el Informe sobre la situación del sector de la vivienda en el Estado del Ministerio español de la Vivienda de abril de 2010, se estimaba que por cada millón de euros de inversión en rehabilitación se creaban 56 empleos, lo cual supondría que los 54,3 millones de euros aprobados durante el último año inducirían empleo para 3.040 personas.

Las subvenciones concedidas entre enero y mayo de 2018, por importe de 9.447.000 euros, ya son superiores a las concedidas durante todo el año 2014 (8.485.000) y casi similares a las concedidas en todo 2015 (9.614.000 euros).

Entre las actuaciones más destacadas, los expedientes de mejora de la envolvente térmica de los edificios, una inversión que se recupera en forma ahorro energético, y que al rebajar la factura energética contribuye a paliar la pobreza energética.

Encargadas de la gestión y tramitación de los expedientes y ayudas a la rehabilitación de viviendas, Nafarroa cuenta con nueve Oficinas de Rehabilitación (ORVE). Las seis referidas y otras tres gestionadas directamente por Nasuvinsa que atienden las zonas de Pirineo (Agoitz, Baztan), Bidasoa y Zangoza, como demostración de la importancia que en la política de vivienda tiene la rehabilitación y mejora del parque residencial existente.