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El rescate de los menores y el monitor atrapados en una cueva tailandesa puede durar meses

Dos expertos buceadores han conseguido llegar hasta los 12 menores y el monitor atrapados en una cueva de Tailandia y han confirmado que todos se encuentran «sin problemas críticos de salud». Tras llevar alimentos y medicinas para, al menos, 120 días, han confirmado que el rescate puede durar «varios meses».

Una familiar de uno de los menores, muestra una imagen de los menores en la cueva. (Lillian SUWANRUMPHA / AFP)
Una familiar de uno de los menores, muestra una imagen de los menores en la cueva. (Lillian SUWANRUMPHA / AFP)

Tras encontrar con vida a los 12 niños y su monitor atrapados desde hace diez días en una cueva de Tailandia, los equipos de salvamento buscan «la manera más segura» de rescate en unas tareas que podrían demorarse «meses». Una avanzadilla de dos expertos buzos británicos logró anoche llegar a la cavidad donde se refugiaron las víctimas tailandesas: 12 estudiantes de entre 11 y 16 años y un profesor, de 26.

Les costó tres horas, ida y vuelta, recorrer 1,5 kilómetros de pasajes con zonas inundadas y otras abiertas, según la narración que hicieron los protagonistas, los británicos John Volanthen y Richard Stanton. Visiblemente delgados y con la ropa sucia por el barro, los niños agradecieron la llegada del rescate y preguntaron «¿Qué día es hoy?» antes de pedir comida: «¡Tenemos hambre!», según una grabación del encuentro.

 

El grupo fue encontrado en un terreno elevado cerca del agua que inunda los pasadizos y a unos cuatro kilómetros en el interior de la cueva, donde penetraron el pasado día 23.

El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, confirmó que ninguna de las víctimas sufre problemas críticos de salud, tras ser examinadas por un grupo de médicos que seguirá de cerca la evolución del grupo.

Los familiares de los desaparecidos han estallado en júbilo al conocer las buenas noticias, durante unas operaciones seguidas al minuto y con gran expectación por todo el país. Hoy los equipos de rescate han transportado hasta el refugio alimentos y agua «para al menos cuatro meses», así como medicinas para tratar y recuperar a los niños y al adulto.

«No los vamos a sacar hasta que encontremos una forma totalmente segura», ha declarado a los medios el gobernador de Chiang Rai, provincia donde se encuentra la gruta. Entretanto, las autoridades tratan de desplegar a lo largo de la cueva una cable telefónico que permita a los reencontrados hablar con sus familiares.

Los doce integrantes de un equipo de fútbol y su entrenador también tendrán que aprender a bucear para poder salir a la superficie. El principal impedimento son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia, con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel.

Desde que se diera la voz de alarma el sábado 23, unos 1.300 efectivos han participados en las tareas de búsqueda y rescate en la gruta del parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania.

Los equipos han utilizando unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes más anegadas, unas tareas que se han visto dificultadas por el temporal de lluvia que azota la región y problemas mecánicos.

Según la versión oficial, los desaparecidos se internaron el 23 de junio en las galerías tras un entrenamiento cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad e impidió su salida. Los guardabosques que activaron la misión de emergencia se toparon con bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos en la entrada de la caverna.