Urtzi Errazkin y Patricia Vélez, portavoces de Etxerat, no han ocultado esta mañana su valoración «muy positiva» del «cambio de discurso y actitud» aparecido al fin en Madrid. Saludan que la sintonía casi total existente en Euskal Herria contra la política penitenciaria haya tenido al fin «reflejo» en el nuevo Gobierno español. Pero al mismo tiempo los familiares tienen «los pies en el suelo» y subrayan que «no podemos esperar».
La comparecencia ha comenzado precisamente recordando el siniestro sufrido este fin de semana por amigos del prisionero Garikoitz García Arrieta cuando iban a la cárcel de Picassent. Salieron ilesos, pero Errazkin y Vélez han hecho hincapié en que «es mera cuestión de suerte que en un accidente no pasa nada, haya heridos o alguien fallezca». Ante la evidencia de esas «víctimas potenciales» echadas cada semana a la carretera por la políica de alejamiento, instan al Gobierno Sánchez a no demorar el proceso y a que «los cambios se den cuanto antes».
«Las estadísticas se cumplen –ha dicho Vélez–, así que cada año tenemos una media de nueve o diez acccidentes así». Han recordado que 16 familiares han muerto víctimas de este alejamiento. Y Errazkin ha mostrado a las cámaras el reparto actual de la dispersión, «el mapa que tenemos que sufrir cada fin de semana», y que de momento sigue inalterado por lo que respecta al Estado español.