Se acaban de cumplir cuarenta años desde que la Policía matara en Iruñea a Germán Rodríguez, y miles de personas demostraron el domingo que su recuerdo, y el de Joseba Barandiaran, balaceado tres días después en Donostia, sigue vivo. Aquellos sanfermines de 1978 están presentes en la memoria de los iruindarras. No olvidan.

Como tampoco olvidan en Gasteiz la masacre causada el 3 de marzo de 1976 por esa misma Policía. Un asalto a una asamblea obrera en Zaramaga que se saldó con la muerte de cinco personas y un número incontable de afectados. Son heridas que permanecen abiertas, que retratan a un Estado incapaz de mirarse al espejo y que no cicatrizarán hasta que sus autores no salden su deuda en términos de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

Ese es el objetivo que siempre ha movido a la Asociación Víctimas 3 de Marzo y el que le llevó en 2015 a llamar a la puerta del Parlamento Europeo. Tres años después, mañana comparece en Bruselas ante la Comisión de Peticiones de la Eurocámara para defender una denuncia en la que se exponen las vulneraciones llevadas a cabo por el Estado español en materia de derechos humanos y memoria histórica, y donde se solicita a las instituciones europeas que «animen a las autoridades del mencionado Estado miembro a adecuar sus políticas en dicho ámbito a los estándares internacionales».

Asimismo, pretende contrastar «la diferencia que existe entre la política sobre memoria histórica del Gobierno de España y las recomendaciones del Consejo de Europa y las Naciones Unidas» en esta materia.

Andoni Txasko, víctima y portavoz de Martxoak 3 Elkartea, y Nerea Martínez, sobrina de uno de las cinco víctimas mortales, explicarán los motivos de su iniciativa. Posteriormente, los diputados y diputadas europeas presentes expondrán sus opiniones sobre la petición y, tras el debate, la Comisión de Peticiones decidirá sobre la misma.

«Que sea el salto definitivo»

Tal como recordaron ayer desde Martxoak 3 Elkartea, la petición fue presentada justo el 3 de marzo de 2015, en julio de forma presencial con la ayuda de los eurodiputados Izaskun Bilbao (PNV) y Josu Juaristi (EH Bildu). La petición fue admitida en diciembre. Ahora, después de varios trámites y respuestas de la Comisión de Peticiones, ha llegado la fecha definitiva en la que el Parlamento deberá adoptar una decisión sobre la denuncia tras escuchar a las víctimas.

La asociación dice sentirse esperanzada ante este nuevo avance en su lucha contra la impunidad y el olvido, y considera, en un comunicado, que «la vía internacional es una herramienta de denuncia eficaz; aunque los ritmos no son todo lo rápido que necesitamos se van dando avances importantes». «Este paso que vamos a dar en Bruselas –manifiestan al respecto– tiene que dejar en evidencia a un Estado que no cumple con la legislación internacional en materia de Derechos Humanos y esperemos que sea el salto definitivo para que de una vez por todas se acabe con la excepcionalidad y la discriminación vergonzosa que sufrimos las víctimas de la violencia provocada por los aparatos del Estado español durante décadas».

Y es que mientras estamentos judiciales insisten, aún hoy, en restituir honores a generales golpistas como José Sanjurjo, las víctimas «del crimen de Estado perpetrado en la iglesia de San Francisco de Asís en 1976» recuerdan que «llevamos más de 42 años reclamando Justicia ante un modelo español de impunidad que ha cerrado todas las puertas a nuestras demandas».

En ese camino contra la impunidad, mañana estarán acompañadas en Bruselas por la parlamentaria y portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Gasteiz, Miren Larrion, y el coordinador de la coalición en Araba, Ibon San Saturnino.