La novena etapa del Tour, con final en Roubaix, ha resultado ser una auténtica locura. Mucho se ha hablado de esta etapa, y aunque no ha defraudado ha resultado ser menos clave de cara a las aspiraciones de los candidatos a la victoria final en París.

La etapa de los 21,5 kilómetros adoquinados ha estado lleno de incidencias. En el kilómetro 5, una caída ha dejado fuera de carrera a Richie Porte y José Joaquín Rojas, entre otros.

Otro que ha sufrido bien este domingo ha sido Romain Bardet, que ha tenido que poner pie en tierra al menos en cuatro ocasiones entre caídas y pinchazos. Al final, ha perdido siete segundos respecto a los favoritos.

Team Sky tampoco ha estado exento de sustos. Kwiatkowski, que ha comandado la carrera durante muchos kilómetros, ha acabado en el suelo, al igual que el líder del equipo británico, Chris Froome, aunque éste no haya acabado cediendo tiempo, algo que sí ha hecho el polaco.

El vasco Mikel Landa ha protagonizado una insólita caída mientras intentaba coger un bidón de agua, y se ha llevado un buen golpe. Al final, ha entrado a siete segundos del pelotón principal junto a Bardet. Quien ha perdido un tiempo considerable ha sido Urán, que ha llegado a un minuto y 15 segundos del vencedor.

El movimiento bueno de la jornada ha llegado a 16 de meta, cuando Lampaert, Van Avermaet y Degenkolb se han aliado para abrir hueco sobre los adoquines. El trío se ha entendido y se han jugado la victoria entre ellos.

Al final, Degenkolb se ha quedado con la victoria, mientras que Van Avermaet, segundo en la jornada de hoy, sigue vestido de amarillo.

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