«Este fin de semana volveré a Bélgica; voy a comenzar a trabajar en el Consell de la República». Carles Puigdemont explicó ayer en rueda de prensa sus planes más inmediatos tras retirar el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena las euroórdenes dictadas contra él y el resto de consejeros y políticos exiliados a causa del proceso independentista. «Me voy el sábado, me llevaré a mi familia. Me voy con las cosas que he acumulado, entre ellas miles de cartas de apoyo. También me llevo mucho agradecimiento, a gente que ha colaborado o que ha querido colaborar con la causa», expuso en Berlín rodeado de sus abogados.

El president, detenido hace cuatro meses en Alemania y cuya extradición por rebelión –no así por malversación– ha sido rechazada por la Audiencia de Schleswig-Holstein, tiene vía libre para recorrer Europa y, por tanto, regresar al país que le acogió cuando emprendió el camino del exilio. Desde allí, indicó, pretende seguir cumpliendo «el mandato de la gente».

Preguntado por el desalojo de Mariano Rajoy y la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, el mandatario catalán concedió que «el cambio en el Gobierno español ha supuesto un cambio de estilo y de lenguaje», citando como ejemplo la entrevista entre el propio Sánchez y el president, Quim Torra, el día 9 de este mes, pero también advirtió de que «ahora tiene que venir el tiempo, no de los gestos, sino de los hechos». «Nosotros –recordó– hemos demostrado siempre tener disposición al diálogo, pero hay que abordar lo esencial de ese diálogo: las relaciones entre España y Catalunya».

Política del PDeCAT en Madrid

Puigdemont consideró, asimismo, que el PDeCAT puede seguir apoyando al Ejecutivo de Sánchez en ciertas votaciones siempre que este «corresponda». «El señor Sánchez ha tenido los votos de nuestro grupo para ser elegido y lo normal es que corresponda», valoró, para añadir que «mientras eso sea así no veo ningún sentido a cambiar la intención de voto». Con todo, aseguró que él no tiene responsabilidad sobre lo que decida el PDeCAT en el Congreso. «Desconozco cuál es la política del grupo parlamentario», sostuvo.

Precisamente, sobre este mismo asunto, el portavoz del PDeCAT en la Cámara Baja, Carles Campuzano, advirtió de que «la estabilidad política depende de que el diálogo dé resultados». Y recordando la situación de los dirigentes institucionales y líderes sociales presos, declaró que «mientras haya prisiones provisionales injustificadas y acusaciones penales desorbitadas no va a haber normalidad política».

Las contradicciones de Llarena

Carles Puigdemont también hizo mención a su situación personal, destacando que aspira a volver a Catalunya pese a la orden de detención que pesa contra él si entra en el Estado español. «No sé si voy a tardar 20 años en pisar suelo español. Sí sé que no voy a tardar 20 años en pisar suelo catalán», apuntó añadiendo que «hoy mismo podría pisar suelo catalán», en referencia a Catalunya Nord, el territorio de los Països Catalans bajo administración francesa.

En todo caso, en referencia a la actuación de Llarena, consideró «paradójico» y «contradictorio» que «el juez diga que yo estoy suspendido como diputado y que ese mismo juez no quiera perseguirme con una euroorden». «El que dice que yo puedo votar a través de un diputado sustituto luego decide que no cobremos para que podamos ejercer de diputados», censuró. En ese mismo sentido, Puigdemont acusó al magistrado español de haber incurrido en una gran cantidad de contradicciones en su instrucción judicial.

Respecto a la acusación de malversación, el dirigente catalán recordó que el Gobierno de Rajoy admitió no tener constancia de que se hubiese producido tal delito en su actuación al frente de la Generalitat, frente a lo argumentado por el Tribunal Supremo. De hecho, criticó que Llarena haya mencionado hasta tres cantidades distintas de dinero público presuntamente desviado para celebrar el referéndum del 1-O. «No es sostiene esta acusación», apostilló.

Quim Torra reúne el Diplocat por primera vez tras su reactivación

El president de la Generalitat, Quim Torra, presidió ayer la primera reunión del pleno del Consell de Diplomàcia Pública de Catalunya (Diplocat), después de que el Govern decidiera reactivarlo tras levantarse la aplicación del artículo 155 de la Constitución española. El encuentro se celebró en el Palau de la Generalitat y también asistió el conseller de Acción Exterior, Ernest.

La reunión sirvió para explicar la situación por la que ha pasado el Diplocat durante los últimos meses, y Maragall relató a los asistentes la propuesta estratégica que hace el Govern «para encarar la reactivación y posterior reapertura de este órgano público-privado, si el patronato lo cree conveniente».

El Gobierno español impulsó a finales de 2017 la liquidación del Diplocat como una de las medidas de aplicación del 155 alegando que promovía el proceso independentista fuera del Estado, algo que tanto la propia dirección del ente como el Ejecutivo catalán cesado negaron, asegurando que en sus actos tenían voz tanto los soberanistas como los unionistas.

El 12 de junio, tras la formación del nuevo Govern y la retirada del 155, el Ejecutivo de Quim Torra convocó el pleno del patronato que dirige el organismo y dejó «sin efectos» la liquidación del Diplocat.GARA

Torrent afirma que el diálogo debe incluir la autodeterminación

La delegada del Gobierno español en Catalunya, Teresa Cunillera, se mostró ayer partidaria del diálogo «de gobierno a gobierno» entre los ejecutivos español y catalán, pero sin aceptar a Carles Puigdemont como interlocutor. «Yo no sé a quién representa el expresidente Carles Puigdemont, yo sé a quién representa Quim Torra», dijo Cunillera antes de subrayar que «el interlocutor de un gobierno es otro gobierno, y cada uno representamos a lo que representamos». Al término de una reunión con el president del Parlament catalán, Roger Torret, la representante del Gabinete de Pedro Sánchez se refirió a la reunión de la comisión bilateral que está prevista para la semana próxima, señalando que «la parte estatal llevará una propuesta y la parte catalana la suya, y ojalá esta reunión sea muy larga y de la misma podamos salir con algún producto que sea fruto de la negociación». «Costará, soy consciente de ello, porque venimos de un escenario de siete años sin hablar y no todo lo podemos solucionar en un día, si bien dedicaremos los días que haga falta», insistió Cunillera.

Por su parte, según fuentes de la presidencia del Parlament citadas por la agencia Efe, Torrent habría expresado en la reunión que «es imperativo que, al margen de cualquier negociación, la Fiscalía General del Estado retire todos los cargos contra los presos políticos y exiliados». Torrent secundó «el camino del diálogo» emprendido por los presidentes Sánchez y Torra, si bien quiso dejar claro que «el diálogo tiene que producir acuerdos» y que entre ellos debe figurar «el asunto nuclear del conflicto político, que es el ejercicio del derecho a la autodeterminación».GARA