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Madrid

Villarejo afirma que fue enviado por el Estado para solucionar los problemas entre el rey y Corinna

El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha explicado al juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea que en la reunión que mantuvo con Corinna zu Sayn-Wittgenstein en Londres en 2015 actuaba como un enviado del Estado español para solucionar los problemas entre el rey Juan Carlos de Borbón y ella.

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en una imagen de 2015. (AFP PHOTO)
Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en una imagen de 2015. (AFP PHOTO)

Según han informado fuentes jurídicas, Villarejo se ha escudado en todo momento en este argumento para justificar sus actividades, como el encuentro con Corinna, cuyo contenido se ha conocido en las últimas semanas. No obstante, las fuentes no han aclarado si el comisario ha asumido la autoría de la grabación de esa conversación, ya que la causa que lo investiga está bajo secreto.

Villarejo ha estado cerca de hora y media declarando en la Audiencia Nacional, citado por el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6, después de que este abriera la pieza para investigar las grabaciones, aunque también le convocó para responder por otra pieza en la que otros policías, Enrique García Castaño y Antonio Bonilla, fueron detenidos por proporcionar supuestamente documentación y datos secretos sobre personas que estaban siendo investigadas por el comisario jubilado.

El comisario había solicitado declarar por videoconferencia desde la cárcel de Estremera, donde se encuentra desde principios de noviembre, alegando que sufre una dolencia de espalda. Sin embargo, De Egea no se lo ha permitido, por lo que ha sido trasladado al tribunal en ambulancia.

Las fuentes consultadas han explicado que Villarejo ha contestado a las preguntas del juez instructor y de su defensa, pero no a las de los fiscales, y que ha pasado más tiempo respondiendo por el asunto de García Castaño y Bonilla que por el de la amiga del rey.

Con respecto a las grabaciones, las fuentes han confirmado que las cintas se encontraron en el despacho de su antiguo socio, Rafael Redondo, quien también se encuentra en prisión provisional desde noviembre de 2017.

El excomisario ha querido dejar claro que él trabajaba para el Estado, también en lo que respecta a su estructura de empresas, que usaba para solucionar asuntos que le encargaban. Las fuentes consultadas no han especificado si ha mencionado el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), aunque los propios servicios secretos han desmentido en más de una ocasión que el expolicía trabajase para ellos.

Villarejo lleva más de nueve meses en prisión provisional en el marco del ‘caso Tándem’, que estalló a principios de noviembre pasado al destaparse una presunta trama de corrupción en la que habrían participado varios policías y en la que el comisario está investigado por blanqueo de capitales, cohecho y organización criminal.

Esta causa está dividida en cinco piezas, la mayoría bajo secreto. La quinta, la referida a las cintas de Corinna, lleva sólo dos semanas en instrucción y, de momento, los pasos del magistrado han sido llamar a declarar al principal acusado y solicitar a los periódicos digitales ‘El Español’ y ‘Ok diario’ las grabaciones publicadas.