La fiesta ha arrancado en la plaza Arriaga, en medio del recinto festivo, con la balconada central del teatro ocupada por una Marijaia más sonriente que nunca; el pregonero, el actor y locutor Zorion Egileor; y la txupinera, la comparsera de Aixeberri Saioa Domínguez, con sus trajes tradicionales, de chaqueta amarilla y bicornio negro para él y conjunto y txapela roja para ella.
Con una agradable y soleada tarde la fiesta ha empezado puntual. Pese a las insistentes peticiones del ayuntamiento y Bilboko Konpartsak, ha estado presente el lanzamiento de harina y huevos entre muchos de los congregados.
Egileor ha recordado hace 41 años le «tocó« a él ser, desde su programa de radio, la «red social» de antes de internet, el que llamara a diseñar un nuevo modelo de fiestas para Bilbo.
«Nos reunimos los que queríamos otra forma de celebrar las fiestas e importamos a la ciudad lo que se hacía en los pueblos», una celebración participativa y popular, ha explicado.
«No mirar para otro lado»
El pregonero ha defendido la «identidad plural» de Bilbo y ha pedido volver a recurrir a la «imaginación y las ganas de vivir» para terminar con la violencia machista, impulsar la igualdad social y atender las necesidades de pensionistas, excluídos y migrantes.
El alcalde Juan Mari Aburto ha recordado los orígenes de Aste Nagusia y ha asegurado que «son las mejores fiestas del mundo» y el evento más importante de los que se celebran en la ciudad. Ha vuelto a pedir la implicación de toda la ciudadanía para conseguir nueve días de fiesta sin ninguna agresión sexual y que nadie «mire para otro lado».