Decenas y decenas de jóvenes acudieron a la plaza del Arriaga con harina, kepchup, otras sustancias y líquidos que se arrojaron sin piedad. A pesar de que no fueron pocos los integrantes de las comparsas que censuraron su actitud, llegando en alguno de los casos a quitarles paquetes de harina, de nada sirvió.
Durante más de media hora, organizaron un barullo en el que ellas y ellos se sintieron cómodos, no el resto de quienes aguardaban la llegada de Marijaia. Al retirarse de la plaza, antes de que los operarios de la limpieza actuasen, quedó al descubierto la sustancia resbaladiza que acababan de producir. A continuación, muchos de ellos, con ropa de cambio preparada, trataron de arrojarse a la Ría, cuyo nivel estaba bastante bajo.
Gracias al dispositivo policial preventivo, los «rebozados» en harina no pudieron saltar desde el puente del Arenal, como han hecho en otras ediciones, al haberse apostado agentes de la Policía Municipal. Por ello, tuvieron que optar por zambullirse en las aguas del Ibaizabal desde unas escaleras junto a la txosna de Moskotarrak. Allí les esperaba una lancha de la Ertzaintza que vigiló como se bañaban ante la atenta mirada de muchos de quienes habían participado en el txupin. Tal era el volumen de chavales que tuvieron que guardar cola para bañarse.