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WASHINGTON

Powell mantiene el rumbo de los tipos de interés pese a Trump

Designado en noviembre pasado para ocupar el cargo por Donald Trump, el presidente de la Reserva Federal de EEUU se estrenaba ayer en la conferencia anual de banqueros centrales en un idílico valle de las Montañas Rocosas. Se había creado gran expectación en torno a su discurso, pero no entró al trapo que viene agitando el propio Trump.

En un discurso muy académico, con el que abrió la conferencia de ayer en la reunión anual de Jackson Hole (Wyoming), Jerome Powell se abstuvo de responder directamente a las críticas que le dirige Donald Trump, por mantener la estrategia de la subida de los tipos de interés, o de hacer mención al riesgo económico que representa una política comercial basada en la guerra de aranceles aduaneros como la que está llevando a cabo el Gobierno de Estados Unidos.

Esta misma semana, Trump, rompiendo la tradición de que el inquilino de la Casa Blanca respeta la independencia del banco central, reiteró su descontento con una política monetaria que, paulatinamente, ha aumentado los tipos por dos veces este año y que espera hacerlo dos veces más de aquí a fin de año. Actualmente, las tasas se sitúan entre el 1,75% y el 2%.

El presidente de la Fed (la Reserva Federal de EEUU), que precisamente encabezó su discurso con el título “Política monetaria en una economía cambiante”, sí incidió en que esta institución hará «todo lo que esté en su poder» para reaccionar ante un eventual aumento de la inflación o el estallido de una crisis económica.

En esa línea, aseguró que el Comité Monetario de la Fed asumiría sus responsabilidades si la inflación se dispara, precisando que por el momento la economía estadounidense no está recalentada. «Aunque la inflación ha subido recientemente cerca del 2%, no hemos visto claros signos de aceleración por encima de ese 2%, y no parece haber un elevado riesgo de sobrecalentamiento», dijo Powell en este significativo foro de debate sobre política monetaria.

En su primera participación como anfitrión en la conferencia, reiteró su optimismo sobre la actividad económica de Estados Unidos. «Con una confianza sólida en los hogares y empresas, saludables niveles de creación de empleo, alza en los ingresos y la llegada de estímulo fiscal, hay buenas razones para esperar que este comportamiento continuará», remarcó.

Riesgos a tomar en serio

Powell mantiene que el actual ritmo de normalización de la política monetaria se debe a que la Fed «se toma seriamente» los problemas que plantea actuar demasiado rápido, frenando así el crecimiento, o demasiado lentamente, arriesgándose al sobrecalentamiento de la economía.

«Veo la senda actual de subida gradual de los tipos de interés como el enfoque de la Fed para tomar en serio ambos riesgos», señaló, antes de añadir que, en caso de mantenerse el fuerte crecimiento de los ingresos y el empleo, «probablemente será apropiado continuar adoptando de manera gradual subidas de tipos». De esto se desprende que, por el momento, Trump debería esperar sentado a que la Fed cambie de rumbo.

La próxima reunión de la Reserva Federal sobre política monetaria está prevista para los días 25 y 26 de setiembre.

 

El BCE abre el baile de sillas en las instituciones comunitarias

Ayer concluyó el plazo para recibir candidaturas a la presidencia del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), el organismo encargado del control de los bancos de la zona euro, que preside la francesa Danièle Nouy desde 2014 y cuyo mandato expira a final de año.

De este modo, el BCE da comienzo a una profunda renovación que implicará el reemplazo a lo largo del próximo año de varios miembros de su cúpula directiva, incluyendo el relevo en la presidencia del instituto emisor de Mario Draghi, en noviembre de 2019, y que supone un complejo proceso político en búsqueda del equilibrio de poder en Europa, que también afectará a otras instituciones.

En este baile de sillas, la canciller alemana, Angela Merkel, tiene como máximo objetivo asegurar para Alemania la presidencia de la Comisión Europea, ocupada desde 2014 por el luxemburgués Jean-Claude Juncker, mientras que asumir la presidencia del BCE no es una prioridad, según informó el diario germano “Handelsblatt” citando como fuente a un alto funcionario sin identificar del Gobierno alemán.

Esta postura debilitaría las opciones del exasesor de Merkel y presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, de suceder a Draghi al frente del BCE, alimentando las opciones de una posible candidatura de François Villeroy de Galhau, actual gobernador del Banco de Francia. GARA