GARA
MOSCÚ

La alianza entre Turquía y Rusia se pone a prueba en Idleb

Los acuerdos que hasta ahora han alcanzado Rusia, aliado de Damasco, y Turquía, que apoya a grupos insurgentes, sobre la guerra siria se han extendido a la cooperación en comercio y defensa, pero la inminente ofensiva en la provincia de Idleb puede provocar la ruptura.

Turquía y Rusia están llevando a cabo intensas negociaciones para evitar que la ofensiva que se prepara en la provincia siria de Idleb termine con su cooperación en Siria, pero la suerte a largo plazo de la región todavía puede provocar una ruptura.

Pese a apoyar a partes enfrentadas en el conflicto, los presidentes ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan, trabajan juntos desde finales de 2016 en diversos acuerdos que han garantizado el avance del Gobierno sirio en buena parte de los focos rebeldes, la ocupación de parte del norte sirio por parte de Turquía y el asentamiento en Idleb de diversas fuerzas insurgentes. Este acuerdo se enfrenta ahora una difícil prueba: el destino de la provincia de Idleb, fronteriza con Turquía y que el presidente sirio, Bashar al-Assad, apoyado por Moscú, desea retomar.

En los últimos años, el régimen ha enviado allí a rebeldes y civiles tras evacuarlos de los bastiones que iba retomando al término de asedios en Alepo, Hama, Damasco o Deraa.

La ofensiva de Damasco en la provincia, donde ha concentrado importantes efectivos, parece inminente.

Un 60% de Idleb está dominada en la actualidad por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua rama de Al Qaeda en Siria. Turquía tutela a otros grupos rebeldes y cuenta con presencia militar propia en el área. La alianza de Ankara y Moscú, después de superar un inicial periodo de enfrentamiento se ha extendido a los sectores de la energía, del comercio y de la defensa. Para Turquía se ha vuelto vital en un momento de fuertes tensiones con EEUU.

«Moscú mantiene la esperanza de encontrar un acuerdo con Ankara, que podría permitir al régimen sirio tomar el control de Idleb sin una nueva ruptura con Turquía», afirmó a AFP Kerim Has, especialista en relaciones entre ambos países. A su juicio, Moscú vigila las tensiones entre Ankara y Washington y podría lanzar una operación en Idleb en el «momento en el que las autoridades turcas más necesiten el apoyo del Kremlin».

Sin embargo, en una visita a Moscú el pasado viernes, el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, advirtió contra una posible «catástrofe» en caso de «solución militar».

«Rusia y Turquía intentan hallar un acuerdo en términos aceptables para ambas partes», explicó a la AFP Timur Ajmetov, experto del Consejo ruso de Relaciones Exteriores, basado en Ankara. Turquía podría apoyar una intervención limitada y, según algunas fuentes, intentaría lograr la rendición de los yihadistas del HTS a cambio de que el resto de grupos queden al margen de los bombardeos.

Sin embargo, y como ya ha ocurrido antes, una ofensiva limitada solo serviría para retrasar un poco más la verdadera cuestión: ¿quién controlará Idleb a largo plazo, o incluso después del fin del conflicto?

Y es que Damasco y su otro aliado, Teherán, tienen sus propios intereses, y como apunta Elizabeth Teoman, analista del Institute for Study of War, «las aspiraciones de Turquía se contradicen directamente con los objetivos de Al-Assad de aplastar los vestigios de la rebelión».

 

Las mayores maniobras militares rusas desde 1981

Rusia realizará en setiembre sus mayores maniobras militares desde los años 80, con el despliegue de casi 300.000 soldados y la participación de China. El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, explicó que «tendrá un parecido con Zapad-81, pero más impresionante», en referencia a las maniobras realizadas por la URSS y sus aliados en 1981. Los ejercicios Vostok-2018 se desarrollarán entre el 11 y el 15 de setiembre en Siberia oriental y el Extremo Oriente, participarán más de 1.000 aviones y unos 300.000 soldados, prácticamente todas las fuerzas de los distritos militares Central y Oriental» y contará con la participación de unidades del Ejército chino y de Mongolia. «Imagínense 36.000 vehículos militares desplazándose al mismo tiempo: tanques, vehículos blindados de transporte de personal, vehículos de combate de infantería y todo esto, por supuesto, en condiciones lo más cercanas posible a las de combate», señaló. GARA