BilbaoArte expone una nueva muestra producida en sus instalaciones por la artista becada en el año 2017 Beatriz Sánchez, bajo el título “Betadine Su Bata”, en la que juega a imitar procesos digitales en una exposición de casi mil piezas.

Desde BilbaoArte destacan que las piezas de la que consta la muestra han sido creadas a partir de objetos comprados en tiendas de segunda mano de Bilbo y en plataformas de internet; las piezas, explican, forman una enorme escenografía de piezas analógicas que imitan procesos digitales, con gran sentido del humor.

«Son pequeños artefactos extraños que también cobran vida en sus videocreaciones», destacan, y precisan que Sánchez busca disolver el uso de los efectos digitales propios del software, sustituyéndolos por recursos plásticos y analógicos. «La artista ensalza el proceso como forma de expresión artística, mostrando el truco sin tapujos y jugando a evidenciar los pasos seguidos», aseveran. La muestra podrá verse en la Sala de Exposiciones del centro hasta el 14 de setiembre.

El título “Betadine Su Bata” surge, según detallan, del nombre de una banda musical que no llegó a formalizarse y que estaría constituida por Sánchez y Marta Peláez. En homenaje a ello y dentro del marco de la exposición, la intérprete de electrónica experimental (sin ordenadores) Severine Beata, –la otra mitad de Betadine Su Bata–, visitará BilbaoArte el 7 de setiembre para actuar, acompañada por Beatriz Sánchez, que realizará proyecciones e intervendrá las piezas de la exposición en directo.

Beatriz Sánchez es dibujante, performera, creadora audiovisual, y actúa desde distintos frentes en relación al análisis del impacto que origina en nosotros el discurso heteronormativo y la sociedad de la información, según recalcan desde BilbaoArte.

«A través de distintas estrategias y técnicas, a Sánchez tanto le da poner en cuestión las figuras subjetivadas del ciudadano responsable y el deseable social incitándonos a convertirnos en ‘desobedientes cibiles’; como posibilitar una reflexión-acción del efecto cosificador que sobre la mujer ejerce la sexografía para hombres; o en concordancia con el anhelo cyberpunk realizar una indagación práctica de las posibilidades [no previstas] que ofrecen las redes sociales virtuales para descorporeizar la identidad y travestirse en una personalidad paralela con capacidad para interactuar con otras identidades digitales y generar historias imposibles», explican en la web de la sala de exposiciones bilbaina.