Joseba ITURRIA
Entrevista
MIGUEL ÁNGEL MOYÁ
PORTERO DE LA REAL SOCIEDAD

«Me gustó el sábado que al salir a calentar la gente me apoyara, pero también a Rulli»

El mallorquín es a sus 34 años el jugador más veterano de la Real y esa experiencia le lleva a mostrar una seguridad y un dominio de la situación que le han permitido recuperar su puesto en la portería. Habla con esa misma seguridad del debate entre él y Rulli y de todos los que se han generado con el cambio de entrenador. Está encantado en Donostia y le gustaría cerrar aquí su dilatada trayectoria profesional.

Logró la titularidad tras mantener con Rulli una actitud que le dignifica. Dijo tras el partido del Barcelona que los goles que le discutían llegaron tras buenas intervenciones, que le esperaban a la vuelta de la esquina y que era exagerado todo.

¿Cómo ha vivido todo el debate en la portería de la Real, en el que ha defendido a Rulli?

Me preguntaron y traté de dar el mensaje más sincero, lo que pensaba. Mi tendencia como compañero y portero es empatizar con estas situaciones porque me han podido pasar en el pasado y me pueden pasar en el futuro y es reconfortante que tu compañero de posición te dé unas palabras de apoyo. Lo he vivido con la normalidad necesaria para afrontar una situación como ésta. Entiendo que el debate forma parte del fútbol y más de la portería y, cuando tienes dos porteros importantes y no hay resultados o momentos de un rendimiento que la gente o tú no esperas, entra el debate. Sabía que podía pasar y debía tomármelo con profesionalidad y honestidad como compañero. Mi primera labor es entrenarme bien todos los días y, si me preguntan por el tema, estaba posicionado con mi compañero por el lado personal y humano. Es un grandísimo portero y profesional, nuestra demarcación es muy concreta, puedes pasar por esto, aunque cuando uno se hace portero sabe dónde se mete.

¿Qué le parece que piten a un portero o a un jugador en su campo?

Desafortunadamente es habitual. Me ha pasado en todos los equipos, algún sector de la afición ha pitado a un compañero porque no le salen las cosas, porque ha estado flirteando con otros clubes, por unas declaraciones que no han sentado bien... Es una pena, soy más partidario de que a alguien que no le salen las cosas durante los noventa minutos la afición le respalde porque condiciona la actuación del jugador en el partido y después se exprese. Pero el aficionado es libre de expresar sus emociones y sentimientos, suele ser una pequeña minoría que lo demuestra pitando en su estadio y, aunque sean una minoría, se acaba notando. Pero no solo pasa eso en Anoeta.

¿Qué se siente cuando se ve tan respaldado por la afición?

Como jugador me gusta, pero no tras una comparación con el otro, sino porque le puede gustar Moyá como portero. Me gustó por ejemplo el sábado que al salir a calentar los dos la gente me apoyó, pero también a Rulli porque hay muchos aficionados que verán injustas las críticas que vive Gero y trataron de animarle sabiendo que iba a jugar yo. Eso se siente, se nota y me gusta. Los dos somos grandísimos porteros, pero al final solo puede jugar uno y depende del rendimiento de la temporada.

Y de la capacidad de llevar la presión y trasmitir tranquilidad y seguridad. Porque igual Rulli tiene mejores condiciones, pero...

Al final la tranquilidad y la experiencia son cosas que coges con los años. Es más difícil verlo en un portero más joven que en uno ocho o diez años mayor. La experiencia no se compra, se adquiere con los años. Y más allá de la experiencia siempre he dicho que en Primera hay 20 equipos, 40 porteros, y todos tienen condiciones, un poco más o menos. Lo que nos diferencia es conseguir ser más regular y el que lo consigue tiene ese soporte y el agrado del aficionado.

Porque dejó el Atlético con Oblak delante con la idea de ser titular...

En el momento en el que me hace la oferta la Real fueron claros. Era un fichaje con una necesidad de urgencia concreta. Para el corto plazo contaban conmigo para ser titular, pero me dejaron claro que Gero estaba lesionado y cuando estuviera de alta competiríamos por un puesto. Eso no era problema, en ningún equipo de Primera te pueden regalar ser el portero titular, siempre hay competencia. Con Gero recuperado empezamos la pretemporada juntos en igualdad de condiciones, tuve una pequeña lesión que me apartó de las primeras jornadas, pero esto es una carrera de fondo. Ahora me toca a mí correr y no sé si voy a llegar al final. Cada uno debemos seguir apretando. Uno para mantener el puesto, el otro para recuperarlo. Y, si la cosa cambia, a hacer lo mismo a la inversa.

¿Tras vivir otros derbis, qué supone el del vienes en San Mamés tras jugar en abril el de Anoeta?

He vivido los Madrid-Atlético, viví el de Anoeta y conozco lo que para la gente es este derbi, la diferencia entre Gipuzkoa y Bizkaia. Es muy pasional, vas a la calle y la gente prefiere que ganes el derbi y pierdas los tres partidos siguientes. Más allá de eso, es un partido muy importante aunque sea principio de temporada y será competido.

¿Es muy importante ganar antes del parón para cambiar el estado de ánimo del equipo y la afición?

Por lo menos irte con la sensación de un empate es positiva porque con derrota las dos semanas se hacen largas. Y no solo por el parón, porque todos queremos ganar cada partido. Hay que saber manejar los estados de ánimo incluso durante un partido porque eso te lleva a la victoria. Me ha gustado lo del estado de ánimo, es fundamental en un equipo durante la temporada con las rachas y en un mismo partido te sientes 25 minutos cómodos y luego no. El sábado veníamos de una parada mía en una contra, viene el penalti y si marcamos nunca sabes, pero creo que ganamos. El estado de ánimo te cambia los últimos minutos 180 grados.

¿Cómo ha visto el inicio del Athletic tras la llegada de Berizzo?

Las primeras diferencias las vimos en la Euskal Kopa unos meses después de enfrentarnos en Anoeta. El Athletic de Berizzo dista mucho del que llegaba aquí en horas muy bajas. No fue sencillo, pero fuimos superiores y merecimos ganar. Han arrancado con buenas sensaciones, con algún tropiezo porque no hay un equipo que no lo haya tenido. Será un derbi competitivo con la sensación de que ninguno llega por encima del otro.

¿Y el de la Real?

Hemos tocado un poco de todo, la victoria, la derrota y el empate, pero estamos más familiarizados con no ganar. Se ganó en Huesca y vamos a coger lo bueno de eso e intentar mejorar tras el empate con el Rayo y la derrota del Valencia, al que le plantamos cara y fuimos decididos a atacarle, pero nos cerró bien con las dos líneas de cuatro que monta Marcelino. Ahora ante un Athletic que utiliza un sistema peculiar, hombre a hombre, a trabajar para ver cómo superamos esa idea de Berizzo.

¿No le parece que no se tienen en cuenta las bajas y las lesiones?

No veo que se valore que tenemos bajas importantes, todos estamos preparados y esta plantilla es pareja, pero hay jugadores que han estado de baja, expulsiones, el mister no tiene todo el abanico para elegir y eso condiciona la competencia, porque faltan jugadores y los que juegan en su posición no sienten la presión del que no juega y eso nos hace mejores. Cuando estemos todos esperemos que el equipo mejore con esa competencia interna. Además afectan las lesiones dentro de los partidos. Igual tienes un planteamiento y al descanso debes consumir dos cambios y condiciona el tercero a la hora de plantear la segunda parte cuando pierdes 0-1. Cuando estemos todos podremos ver cómo respondemos.

Además de las ausencias, ¿comparte que jugadores importantes no están a su mejor nivel?

Los momentos de cada futbolista en cada posición son particulares y, como las lesiones, cuando menos te los esperas llegan y esos jugadores que ahora no están en su mejor nivel igual en una semana son claves para el crecimiento del equipo y cuando empiezan a crecer no vuelven a pasar una mala racha. Hay que apoyarlos porque sabemos del potencial de esos cuatro-cinco jugadores claves para el equipo, hay que arroparlos para que saquen su mejor versión.

¿Qué puede decir del debate de si en ese rendimiento afecta el cambio en la preparación física y la alimentación y en la forma de jugar?

En el tema físico no he estado en una pretemporada anterior aquí y la de este año ha sido dura, pero no recuerdo en mi trayectoria pretemporadas que no hayan sido duras. Cada entrenador o preparador físico tiene su librillo, pero las pretemporadas son duras y se nota que ahora el ritmo de entrenamientos es menor. No veo anomalías con otros entrenadores y, si a alguno le ha afectado, ellos lo notarán.

En lo técnico-táctico ha habido un cambio tras dos años con Eusebio, un entrenador diferente que hizo una propuesta muy Cruyff, muy Barça, de salir jugando, de estar muy abiertos, de posesiones largas. Hemos pasado a un estilo diferente, somos un equipo más vertical, no tan abierto, protegemos más la zona de atrás, pero ante el Valencia el equipo intenta salir desde atrás, no renunciamos a tener el balón con Garitano porque sabe que somos buenos en eso. Nos quiere hacer mejorar en lo que cree que tuvimos debilidad. Igual la gente ve que alguno no está al nivel del año pasado, pero es una transición y las transiciones no duran para siempre. Vamos a hacernos esta pregunta dentro de un mes, a ver cómo se culmina esa transición porque no se puede transitar todo el año.

¿Como portero valora tener un equipo más junto y asumir menos riesgos en el inicio desde atrás?

Vengo de un equipo, el Atlético, en el que los riesgos atrás son inexistentes. Teníamos otra manera de jugar igual de válida y vine aquí a empezar saliendo con el balón jugado desde atrás. A veces se puede y otras no, pero lo importante es no dejar de creer en esta idea, buscar el equilibrio perfecto. Cuando tienes esa filosofía puedes arriesgar un poco, pero sin tensar mucho la cuerda. A mí me gusta más esta manera de intentar jugar desde atrás para atraer al rival y crear huecos arriba.

Willian José ha dicho esta semana con 26 años que quiere acabar su carrera aquí. ¿Usted, con 34?

Firmé dos temporadas y media con opción del club a otra, en la que tiene derecho de tanteo hasta una fecha. Mi idea es acabar aquí la carrera. No tengo intención de ir a ningún otro lado. Estoy muy bien aquí y lo que quiero es que la Real esté donde merece, entre los ocho primeros. Tenemos una buena plantilla y ojalá salgan las cosas bien. Me gustaría estar mis dos años y, si puedo, dos más. Estoy en una edad en la que no buscas otra cosa. Tampoco en el Atlético cuando me vino a buscar la Real. Estaba en una situación cómoda, sabiendo cuál era mi rol, pero cuando jugaba lo hacía en unos cuartos de Europa League o una semifinal de Copa contra el Barça. Tuve un día para decidir, puse las cosas en una balanza y me decanté por venir aquí.

¿Además, costará volver a mover a toda la familia?

Mi hija tiene ocho años y el niño dos y medio, los dos ya están escolarizados aquí y todos estamos súper a gusto. Mi mujer y la niña están haciendo surf, que no habían hecho en su vida. Mi hija hace gimnasia rítmica y la de aquí es una de las mejores escuelas. El pequeño no se entera mucho, pero está contento, aunque todavía me suelta un “Atleti” y le digo que ahora estamos en la Real, “Societat” la llama él. Estamos muy contentos y ahora lo puedo decir con tranquilidad porque mi mujer es actriz (Patrizia Ruiz) y en Madrid trabajaba mucho, pero en lo personal y familiar estamos muy felices, por encima de las expectativas.