UPN y PP se desinflaron ayer en sus acusaciones contra el sistema de gestión de SOS Navarra durante la comparecencia de la consejera María José Beaumont a raíz de tres crímenes sucedidos a lo largo del verano y con un fuerte impacto en la opinión pública. La consejera de Interior dio cuenta de las pautas de trabajo de los profesionales del 112 durante un episodio de violencia machista abortado por un vecino en Cortes, un crimen familiar en Sanduzelai con el homicida atrincherado y el triple crimen de Kaseda.

El más polémico de los tres sucesos fue el ocurrido en Kaseda, pues sucedió a pocos metros del cuartel de la Guardia Civil y, pese a ello, la Policía Foral llegó casi al mismo tiempo y mejor preparada. Beaumont recordó que el protocolo del 112 es enviar los avisos al Centro de Mando y Coordinación de Policía Foral (CMC). Asimismo, añadió que la propia Guardia Civil no permite al 112 ponerse en contacto directo con los cuarteles, sino que tiene que dirigirse al Centro Operativo de Servicios (COS) del citado cuerpo.

Así ocurrió el día en que una pelea entre familias derivó en un tiroteo con tres muertos. Beaumont detalló que, para cuando el vecino disconforme con la actuación del 112 llamó al servicio de emergencias, este ya se había puesto en contacto con el COS. La tardanza en salir del cuartel de los agentes, por tanto, responde a problemas internos organizativos de dicho cuerpo.

La consejera detalló además que los sucesos sucedieron por la tarde y que tanto el cuartel de la Guardia Civil de Kaseda como los otros nueve cuarteles de este cuerpo armado más cercanos solo están abiertos por la mañana. Unos están operativos durante seis horas, otros cinco y hay algunos que únicamente cuatro.

Mientras desde UPN, PSN y PP solicitaban a la consejera introducir un sistema de geolocalización de patrullas para coordinar a todos los cuerpos presentes en Nafarroa desde el 112, la consejera les respondió que la realidad es que la Guardia Civil rechaza más de la mitad de los avisos que recibe.