Iraia OIARZABAL
DONOSTIA

Un eje plural que tiende puentes para poner fin a la excepcionalidad

Desatar nudos, esa es la metáfora que los promotores de la manifestación «Orain presoak» utilizaron ayer en Donostia para reclamar el cambio de la política penitenciaria para ir vaciando las cárceles. Y para ello abogaron por seguir tendiendo puentes desde la pluralidad.

La reivindicación «Orain presoak» llega desde la movilización que en diciembre de 2017 llevó a París la demanda de compromisos políticos para solucionar la situación de los presos vascos. Casi un año después, 37.000 personas tomaron las calles de Donostia para profundizar en esa reivindicación. Y lo hicieron con una cabecera muy plural, la más plural hasta el momento, ya que la mayoría de sindicatos del país así como representantes de EH Bildu, PNV, Elkarrekin Podemos, EH Bai, EELV y CUP se sumaron a la manifestación.

La marcha recorrió el camino entre el túnel del Antiguo y el Boulevard encabezada por una gran lona azul y el mensaje «Orain presoak», portado entre otros por los actores Ramon Agirre, Gotzon Sánchez y Galder Pérez, los músicos Eñaut Elorrieta, Ines Osinaga y Xabi Solano, las bertsolaris Alaia Martin y Miren Amuriza, las escritoras Eider Rodriguez y Uxue Alberdi, la profesora de la UPV Mariluz Esteban, la activista saharaui Garazi Hach Embarek y la periodista Maite Asensio.

También a la cabeza de la movilización representantes políticos y sindicales. Arnaldo Otegi, Maddalen Iriarte, Julen Arzuaga, Josu Juaristi y Juan Karlos Izagirre de EH Bildu, Xabier Ezeizabarrena, Idoia Elorza, Iñaki Agirre y Luke Uribe-Etxeberria del PNV, Andeka Larrea de Elkarrekin Podemos, Garbiñe Aranburu (LAB), Txiki Muñoz (ELA) y Felipe Javier Pascual (UGT), entre otros. La manifestación más multitudinaria vivida en Donostia en los últimos años destacó también por su diversidad.

En el transcurso de la movilización, en la que se corearon mensajes como “Euskal presoak etxera”, “Denak batera, presoak etxera” y “Presoak kalera, amnistia osoa” se alertó de la situación de las mujeres presas y se denunció la detención y encarcelamiento esta semana de Karlos Apeztegia. Catalunya también estuvo presente en las pancartas que a la altura del Buen Pastor reclamaban la libertad de los presos políticos catalanes.

Desde París a Madrid

La marcha llegó entre aplausos al Boulevard hacia las 18.10. En ese momento, la cola transitaba todavía el paseo de la concha. Tal y como destacó el artesano de la paz, Michel Berhokoirigoin en su intervención durante el acto final, la pluralidad y la movilización popular son dos de los factores que lograron hacer efectivo el desarme de ETA y conseguir la implicación de las instituciones para abordar cambios en la política penitenciaria.

Berhokoirigoin, que fue detenido en Luhuso por su compromiso con el desarme de ETA, hizo un repaso del recorrido de quienes se hicieron conocidos como «artesanos de la paz». Desde Luhuso hasta Kanbo, pasando por Baiona y París. «Fuimos a París a decir que el camino que queda no puede ser unilateral», expresó.

Sobre los acercamientos producidos en el Estado francés y, en menor medida, en el español, señaló que son una señal pero que deben tener seguimiento. «Tras la movilización de París se inició un movimiento pero queda mucho por hacer. Tenemos claro cuál es la dirección y ha llegado el momento de cambiar de velocidad. París y Madrid deben escuchar esto», manifestó.

Berhokoirigoin no obvió que el camino a la resolución habrá de hacerse paso a paso. Sostuvo que en ese recorrido «cada etapa confirmará la anterior y dará perspectiva a la siguiente», con lo que la constancia será un factor determinante. Junto a la cuestión carcelaria, incidió en la importancia de trabajar por la verdad, el reconocimiento y la reparación de todas las víctimas del conflicto.

Seguir sumando

La conocida canción “Txoria txori” de Mikel Laboa interpretada por Xabi Solano precedió el discurso de dos de las representantes de la dinámica Orain Presoak, Arantza Aldezabal y Laura Gómez. Como bien indicaron, este movimiento nació con el propósito de representar la pluralidad de la sociedad vasca comprometida con la convivencia. Ayer mostraron en Donostia el retrato de esa suma de voluntades que clama por poner fin al sufrimiento.

Solucionar a la cuestión de los presos es, según expresaron, urgente e imprescindible para cerrar las «grietas» existentes en la sociedad. Señalaron cuatro puntos básicos en los que incidir: terminar con la política de alejamiento y el sufrimiento que acarrea a los familiares, la excarcelación de los presos gravemente enfermos, facilitar la progresión de grado y aplicar la acumulación de penas. Cuestión esta última a la que esperan que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ponga fin el próximo martes.

La movilización de ayer reunió en la capital guipuzcoana a una parte significativa del arco político junto a integrantes de la sociedad civil y personas directamente afectadas por la política penitenciaria de excepción como son los familiares de los presos y presas vascas. Precisamente por ello, la invitación al trabajo en común y el compromiso cobraba mayor relevancia. «Tenemos la oportunidad de construir una sociedad mejor. Para eso no nos queda otra que tejer redes, crear puentes» y trabajar «juntos para acabar con el sufrimiento», reiteraron Aldezabal y Gómez.

Su determinación para continuar en esa labor fue corroborada ante decenas de miles de personas: «No hemos hecho más que empezar el camino y tenemos mucho que hacer, pero lo más importante es que ya tenemos la fuerza, el convencimiento y la responsabilidad para llevar a cabo esos quehaceres. Así lo hemos demostrado en los últimos meses y también hoy».

«Estamos convencidas de que nadie quiere dejar en herencia a las generaciones futuras lo que nosotras hemos sufrido, por eso nos toca seguir trabajando, en conjunto, para construir esa sociedad que sabe convivir en paz, esa sociedad que tanto anhelamos. Hoy hemos demostrado que podemos hacerlo tejiendo desde lo que nos une. El cambio de política penitenciaria es urgente», remarcaron.