El mandatario francés, que ha sido interrogado en una entrevista a la emisora ‘Europe 1’ sobre la iniciativa lanzada el pasado 26 de octubre por su ministro de Interior, Christophe Castaner, de que haya agentes en los centros escolares puntualmente en barrios «conflictivos» para impedir actos de violencia, ha señalado que se tiene que abrir esa posibilidad.

Pero siempre condicionada a que cuente con el visto bueno del personal docente.

El proyecto de Castaner se hizo público tras el caso de una profesora a la que un alumno en clase apuntó con una pistola, que luego se demostró que era falsa.

«Es una violencia intolerable», se ha quejado Macron sobre ese episodio, que fue grabado por otro alumno y divulgado en las redes sociales.

Más allá de este incidente, ha señalado que «hay barrios donde se ha instalado la criminalidad organizada» y con problemas de violencia.

El mandatario ha anunciado que «el miedo va a cambiar de campo», pero ha explicado que eso implica «un trabajo de civilización, moral, educativo, cultural y de seguridad».

Ha destacado que lo que hay que hacer es reabrir en esos barrios servicios públicos como comisarías, oficinas de correos o centros de impuestos y, sobre todo, apostar por la educación.

«Nuestra sociedad tiene que recuperar el valor del trabajo, del mérito, de la autoridad», ha sentenciado.