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BUENOS AIRES

La muerte de Khashoggi enturbia la presencia de Bin Salman en el G20

La presencia en la cumbre del G20 del príncipe saudí Mohamed Bin Salman, cargado con la sospecha por la muerte de Jamal Khashoggi, enturbia la reunión de Buenos Aires, ya tensionada por los conflictos entre Ucrania y Rusia o entre EEUU y China. Los líderes del G20 lidian con el riesgo de una foto con Bin Salman y su relación con Ryad.

El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, llegó ayer a Buenos Aires para participar de la cumbre de del G20, que entre mañana y el sábado reúne a los jefes de Estado o de Gobierno de las 20 mayores economías del mundo. Su visita se enmarca dentro de su primera gira al extranjero desde que se desató la crisis por la muerte del periodista Jamal Khashoggi, el pasado 2 de octubre, una muerte que es sospechoso de haber instigado y con la que le relacionan Turquía y la inteligencia estadounidense.

En esa situación, Bin Salman se verá con los presidentes de EEUU, Donald Trump; francés, Emmanuel Macron y ruso, Vladimir Putin, así como con la primera ministra británica, Theresa May, y la canciller alemana, Angela Merkel, si bien algunos contactos bilaterales no se confirmaron, como el de Trump, aunque este argumenta que, aunque estuviera implicado en la muerte de Khashoggi, la relación bilateral es demasiado importante como para castigar a Riad. Ayer el secretario de Estado, Mike Pompeo, dio un paso más en cubrir a Bin Salman al afirmar que «no hay ningún elemento directo» que lo vincule con la muerte de Khashoggi, y que reducir la relación con Riad «sería un grave error para la seguridad nacional de EEUU y sus aliados».

El rechazo ha precedido a la llegada del príncipe. Human Rights Watch presentó ante los tribunales argentinos una denuncia contra Bin Salman por presuntas violaciones del derecho internacional cometidas en la guerra en Yemen, así como por posible complicidad en torturas a ciudadanos saudíes, incluyendo la muerte de Khashoggi. Argentina reconoce la jurisdicción universal por crímenes de guerra y torturas, lo que implica que está facultada a juzgar esos delitos con independencia de dónde se cometan. Pero el Gobierno argentino aclaró que el príncipe saudí tiene «inmunidades especiales» que le protegen ante cualquier investigación «por el rol que esta ejerciendo en calidad de representante de un Estado soberano».

La presencia de Bin Salman no es la única fuente de tensión en una cumbre que tiene lugar cuando aumentan la rivalidad comercial entre China y EEUU y la escalada entre Ucrania y Rusia. Además, diez años después de la constitución del G20, los acuerdos multilaterales pierden fuerza ante hechos como la política de «EEUU Primero» de Trump, los desmarques de los acuerdos contra el calentamiento global o el Brexit.

 

Tribunal de los Pueblos y manifestación de rechazo

Paralelamente al G20, comenzó ayer la Cumbre de los Pueblos y mañana tendrá lugar una manifestación en el barrio de Constitución, a casi ocho kilómetros de la sede de la cumbre de líderes mundiales. Son parte de la «semana de acción global» organizada por la Confluencia Fuera G20-FMI, una plataforma que el martes ya convocó a 90.000 personas en el estadio Atlanta y sus alrededores contra las políticas impulsadas por el G20. Organizaciones de izquierda y peronistas lanzaron también duras críticas contra el Gobierno de Mauricio Macri y el FMI. GARA

 

khaxoggiren itzala g20an

Mohamed Bin Salman saudi printzeak G20ko bileran parte hartzeak, Jamal Khaxoggiren kazetariaren hilketaren susmagarria izanik, Buenos Airesen egingo den gailurra ilundu du eta ikusteko dago beste herrietako estatu edo gobernuburuekin elkartuko den. Gainera, HRW erakundeak Bin Salmanen kontrako salaketa jarri du Argentinako auzitegietan. Ukrainaren eta Errusiaren arteko gatazka eta AEBen eta Txinaren arteko merkataritza arazoak ere tentsio iturri izango dira G20koen gailurrean.