«¡¡¡¡Hemos aprobado las directrices para la aplicación completa del Acuerdo de París de Acción Climática!!!!», ha publicado el Secretariado de la ONU sobre Cambio Climático en su cuenta oficial en Twitter.
The guidelines to fully implement the #ParisAgreement on #ClimateAction have been adopted!!!! 🌈⭐️#COP24 pic.twitter.com/3GQz2o5K8q
— UN Climate Change (@UNFCCC) December 15, 2018
El acuerdo es el resultado de dos semanas de intensas negociaciones para pactar una normativa que desarrolle en detalle el acuerdo global que se alcanzó en París en 2015 con el que se pretende limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados y que entrará en vigor en 2020.
Los representantes de 197 países han logrado pactar el denominado «libro de reglas», de 156 páginas, que especifica los criterios para que cada país informe de los progresos en los compromisos de recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El acuerdo final incluye una referencia al informe científico que apela a la importancia de acometer cambios «urgentes y sin precedentes» para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados, tras una gran controversia que amenazó con frustrar la cumbre.
Uno de los logros de este acuerdo ha sido el de establecer un conjunto de reglas comunes, un mecanismo de transparencia, para que cada país informe de sus avances en la lucha contra el cambio climático al resto de la comunidad internacional.
El presidente de la COP24 y secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente polaco, Michal Kurtyka, ha sido el primero en reaccionar a este acuerdo tras una «larga noche». «aloro vuestra paciencia y comprensión. Conjuntar el Paquete de Katowice ha sido una enorme tarea», ha apuntado a través de Twitter.
Después de que Kurtyka haya empleado el mazo para escenificar el acuerdo alcanzado, los ministros se han sumado a él en el escenario del salón de la COP24 para abrazarse entre sonrisas y gestos de alivio tras unas conversaciones maratonianas.
Kurtyka ha destacado que el acuerdo es consecuencia de tres años de trabajo y 200 países sentados en una misma sala, «una tarea que no ha sido fácil», hasta lograr un acuerdo «tan concreto y técnico. En estas circunstancias cada paso adelante es un gran logro», ha apostillado.