El buque Open Armas, de la ONG catalana Proactiva Arms, proseguía ayer su travesía hacia el puerto de Algeciras con 311 migrantes rescatados la pasada semana en aguas del Mediterráneo. Tanto Italia como Malta negaron su petición de atraque. Únicamente por razones médicas, Malta trasladó en helicóptero a un bebé de pocos días, nacido en una playa de Libia, y a su madre, de 23 años. Un menor somalí de 14 años, que viajaba solo y que sufría una infección severa en la piel debido a una paliza sufrida en Libia, fue evacuado durante la noche de ayer a la isla italiana de Lampedusa.

Según detalló el jefe de la misión de Open Arms, Gerard Canals, el menor somalí, que antes de ser evacuado pidió a la tripulación del Open Arms que avisaran a su madre en Somalia, «tenía una evolución de una infección bastante grave de los tejidos en la cara» y por eso solicitaron su evacuación médica.

La tripulación expresó su preocupación porque además del frío, con el mar más agitado entrará agua a la cubierta donde están los inmigrantes. Calculan que aún les quedan cuatro días hasta llegar a Algeciras. El barco sólo dispone de dos baños y «cada minuto navegando es una dificultad añadida».

Canals alertó de que «las condiciones meteorológicas se están volviendo más adversas, el mar está más crecido».

El segundo barco de la organización, el Astral, partió el sábado de Badalona con comida, mantas y medicamentos.

Por otra parte, la ONG alemana Sea-Watch, que el sábado rescató a 33 migrantes frente a la costa de Libia, exhortó ayer a los estados europeos a «encontrar una solución» rápida para permitirles desembarcar antes de Navidad, porque ese día el tiempo va a empeorar, advirtieron voluntarios de salvamento.

Los migrantes estaban en una embarcación precaria en las aguas internacionales cuando fueron rescatados por el Sea-Watch3, de bandera holandesa. Provienen de Nigeria, Libia, Costa de Marfil y entre ellos hay seis niños y cuatro mujeres.

El ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, reiteró el cierre de los puertos para los migrantes, desoyendo las peticiones tanto de Open Arms como de Sea-Watch.

«Los puertos italianos están cerrados. ¡Detengan el tráfico de seres humanos!», dijo.