Andoni Lubaki

Bolton y el mercado único magrebí remueven el limbo en el Sahara

La llegada a la Casa Blanca del consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, y los planes para la creación de un mercado común en el Magreb parecen haber movido el suelo de las negociaciones sobre el Sahara y han obligado a Marruecos, hasta ahora cómodo con el veto del Estado francés, a rebajar el tono de sus exigencias

Desde que en 1991 la ONU auspiciara un alto el fuego con la promesa de un referéndum que daría fin a la última colonia África todos los planes de celebración han caído en el saco roto de las esperanzas saharauis.

El Estado español, país gobernador de iure desde el abandono de la colonia a Mauritania y Marruecos en 1975 y el reino alauí de Marruecos, potencia gobernadora de facto desde la llamada Marcha Verde del 5 de Noviembre de ese mismo año, han dinamitado tanto las aspiraciones de celebración del referéndum como el reconocimiento internacional de su causa.

Abandonados por unos y golpeados por otros durante estos últimos años, el Frente Polisario debatía en las sucesivas rondas negociadoras entre aceptar los nuevos planes que los distintos enviados de la ONU proponían con el beneplácito de Marruecos y su socio francés, o seguir exigiendo la celebración de la votación por la independencia por la que fue declarado el alto el fuego de 1991. En estos años la frase «autonomía bajo soberanía marroquí» ha ido apareciendo cada vez con más fuerza en los diálogos, y el Polisario ha tratado de resistir los vaivenes de un interlocutor que ha demostrado ante la opinión pública internacional que no es precisamente un contrincante de fiar.

La MINURSO, la misión para la celebración del referéndum en el Sáhara Occidental, ha sido también duramente criticada estos años por ser la única misión de las Naciones Unidas que no verifica el respeto a los derechos humanos. Sin embargo esto no ha hecho mella en la política marroquí ya que dispone de un garante de su voluntad represiva en formato de derecho a veto a través de su sempiterno socio galo. Hasta ahora.

La llegada del consejero de Seguridad Nacional John Bolton al equipo de la Casa Blanca, que siempre se ha mostrado crítico con la función de la MINURSO, ha supuesto un giro.. Como halcón neoconservador, Bolton es un activista anti-ONU y busca paralelamente debilitar la posición francesa en el norte de África. Pero más alla de que sus intereses sean espúreos y de que los saharauis podrían correr el mismo destino que los kurdos en Siria, las críticas de Bolton hasn obligado por primera vez a Marruecos envía a un interlocutor como Jalihedna Uld Rachid a la mesa de negociación.

Peso pesado de las políticas en el Sáhara ocupado por Marruecos, Uld Rachid traicionó a España pasándose al bando marroquí en plena crisis de la Marcha Verde. Es uno de los hombres más ricos del reino y siempre se ha mostrado firme a la hora de aceptar al Frente Polisario como interlocutor válido.

Fuentes consultadas por GARA entre la diplomacia saharaui desplazada a Ginebra alaban su discurso «cordial y moderado». Sabiendo que EEUU no es un observador «neutral» en este conflicto Marruecos mueve sus fichas maestras y rebaja el tono de su discurso.

Pero John Bolton no sólo ha criticado la inoperancia de la MINURSO sino que ha advertido de que de no haber acuerdos «tangibles y prometedores» a corto plazo la misión debería de ser desmantelada. Cosa que Marruecos no desea por mucho que se haya mostrado desafiante estos últimos años. Sólo falta recordar la expulsión de varios de sus integrantes de la zona en disputa después de que el antiguo secretario general Ban Ki Moon utilizara la expresión «potencia colonizadora» para referirse a Marruecos cuando se encontraba de visita en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia.

Bolton ha propuesto para eso limitar el mandato de la ONU en la zona de un año a 6 meses y que dentro de ese plazo se lleguen a acuerdos como los anteriormente citados, «tangibles y prometedores». Kohler, el nuevo alto mandatario de la MINURSO, tomó buena nota de este «chantaje» alauita según fuentes de la MINURSO.

La diplomacia francesa se ha sentido molesta no sólo por la palabras de Bolton sino con su sola presencia cerca de los círculos de la MINURSO, según ha podido saber GARA. La república gala es uno de los miembros con derecho a veto en la ONU. Sin embargo, ese derecho podría tener los días contados ya que a principios del 2020 el país germano pedirá el reingreso después de la sanción de 75 años después de haber perdido la II Guerra Mundial. Eso supondría un panorama en el que Francia debería de ceder ese derecho a veto a la Unión Europea o compartirla con Alemania. La cosa aún no está clara ya que el ejecutivo de Macron no está por la labor de soltar ese derecho de «última palabra» que hace que la balanza caiga para un lado u otro. Para Marruecos perder esta prerrogativa de su perenne socio sería nefasto.

Pero por si esto fuera nuevo ha aparecido un nuevo elemento a tener en cuenta. Actores en la zona llevan ya casi un año utilizando en sus declaraciones la frase «mercado del Magreb». Sabiéndose parte importante de esta zona el Polisario jugará sus bazas y apoyará esta unión para un mercado común en el norte de África. Todos los países, incluso las grandes potencias que han desviado su mirada como el ojo de Sauron en el Señor de los Anillos, lo ven con buenos ojos. Marruecos deberá o apoyar la creación de este mercado y solucionar el conflicto o quedarse aislado ante una oportunidad que lleva años soñando. Por primera vez en años el camino se bifurca para los de la estrella Cherifianna.