EIBAR - GETAFE
Digerido el disgusto de Sevilla, el Eibar regresa a casa con el deseo, y la necesidad viendo cómo aprieta la clasificación este año, de prolongar su buena racha como local. Cuatro empates y cuatro victorias –las dos últimas consecutivas, con un cómputo global de goles de 6-0– ha enlazado en Ipurua desde que, por segunda y última vez esta temporada, cayera derrotado ante el Sevilla en la séptima jornada, hace ya más de cuatro meses.
Desde entonces han pasado por Eibar equipos de mayor y menor renombre, en mejor o peor momento y con mayor o menor fortuna. Pero pocos, casi ninguno, que provoquen tanto temor como el rival de esta tarde. Un Getafe cuyos niveles de glamour y peligro son inversamente proporcionales. Para la mayoría de sus contrincantes, por algo dormirá hoy en Champions si se lleva la victoria, y especialmente para el Eibar.
No es casualidad que los armeros hayan sido incapaces de derrotar al Getafe desde que José Bordalás se sienta en el banquillo azulón. A José Luis Mendilibar incluso le cuesta encontrarle puntos «débiles, casi todos son fuertes. Compiten y muerden como nadie. Y no va por rachas, son constantes, tanto en los noventa minutos de partido como en la temporada partido a partido, no he visto momentos que desfallezcan». Reconoce que es un rival especialmente incómodo para el Eibar poque «no nos da la opción de apretarles arriba porque salen jugando directos en largo y también como nosotros juegan mucho a partir de segundas jugadas. Y a partir de segundas jugadas rara vez pasan atrás para darte opciones de apretar, juegan mucho hacia adelante. Y además son ganadors en la mayoría de duelos individuales, hay que halagarles. Va a ser complicado, aunque espero que para ellos también porque les resultaremos diferentes al resto de rivales».
Porque el Getafe infunde respeto, mucho, pero nada más. A fin de cuentas, con más de media temporada consumida ya y aún estando a un paso de Champions, el equipo madrileño sólo aventaja en cinco puntos a un Eibar que, además, está en un gran momento de juego. «Nos sentimos bien. Llevamos bastante tiempo con buen juego, incluso en algún partido que hemos perdido, y los jugadores están convencidos de lo que hacen», destaca Mendilibar, aunque insiste en que hoy habrá que afanarse especialmente. «Antes del Sevilla aquí mismo dije que creía que íbamos a hacer un buen partido e igual hasta ganar. Pues ahora os digo que creo que este partido es más difícil que aquél».
Pedro León sí, Ramis no
A la espera de lo que suceda a partir de las nueve, la previa del partido llega con un nombre propio. El de Pedro León que, nueve meses después de vestirse de corto por última vez y tras haber superado otras dos lesiones (hernia discal y rotura de la fascia plantar) con sus correspondientes operaciones, regresa a la convocatoria. Otra cosa es que el jugador, que anteayer reconoció sentirse bien, con ganas de volver pero siendo consciente de que los minutos en este Eibar están muy caros, esté en la lista definitiva. Porque Mendilibar ha citado a todos sus jugadores disponibles. Y hasta a uno que no lo está, Iván Ramis, que no se ha recuperado todavía de la lesión muscular que sufrió en el Pizjuán pero que entra en la citación preliminar «para hacer piña», según explicó su técnico.
Paulo, que ya le sustituyó en la segunda parte en Sevilla, o Bigas relevarán al central balear en el once que, por lo demás, podría ser idéntico al de la jornada anterior.
Una fiesta en Untzaga y un llamamiento a respaldar al femenino
Eibar y Alavés de Segunda femenina juegan el domingo en Unbe (12.00, ETB) el partido del año. El que venza se asegurará el ascenso a Primera B y dará un gran paso hacia el play-off.
El club ha hecho un llamamiento para respaldar al equipo y, además, celebrará hoy una fiesta en Untzaga en favor del fútbol femenino. A partir de las 17.30 habrá firma de autógrafos por parte de las jugadoras, hinchables, chocolatada y diversos sorteos.
A.U.L.