«Vamos a tener que estar cien por cien concentrados», ha incidido en una conferencia de prensa en las instalaciones de Taxoare y tras el entrenamiento, en la que ha advertido que «cualquier equipo te puede ganar».
«Ya vimos en Las Palmas que, si nos relajamos, somos un equipo como otro cualquiera», ha remarcado para añadir que el conjunto catalán «no lo va a poner fácil porque es muy buen equipo».
Así, ha sostenido que aunque «la clasificación no lo demuestra», en el sentido de que los catalanes ocupan los últimos puestos, «hay buenos jugadores, y van a venir aquí a ganarnos y no van a regalar nada».
El delantero se ha referido a la fractura que sufre en la mano izquierda, una lesión que se produjo el pasado sábado en el partido ante el Zaragoza, y por la que durante esta semana se está entrenando con una férula.
Al respecto, ha indicado que tiene «molestias», si bien está tratando de que le duela «lo menos posible» y así «pueda llegar a tope» para el próximo partido.
Ha explicado que, en la acción del encuentro en la que se produjo la lesión, sintió que le «dolía bastante» y, que una vez finalizado el choque, notó que no podía ni ponerse las zapatillas.
En cualquier caso, ha sostenido que él «siempre» quiere jugar y «más viendo que en la plantilla hay bastantes lesionados» y, en ese sentido, ha esperado que se puedan recuperar algunos jugadores.
Cuestionado por si la baja segura de Juan Villar, al recibir la quinta amarilla, condiciona el estilo de juego de Osasuna, el delantero ha explicado que el cuadro rojillo mantiene su estilo y, así, «fuera y dentro de casa intentamos ir a por el partido».
«Evidentemente Villar aporta bastantes goles, pero juegue quien juegue hay que ayudar al equipo al máximo», ha subrayado.
En el plano personal, ha señalado que, a la hora de jugar, prefiere «estar con otro al lado» porque se siente «más cómodo», si bien ha precisado que si el técnico, Jagoba Arrasate, considera «oportuno» que compita en punta, él hará «el mismo trabajo: intentar marcar goles y ayudar al equipo».