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Londres prepara el rechazo a la petición de otro referéndum de independencia en Escocia

El Gobierno británico se está preparando para rechazar cualquier petición de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, acerca de la celebración de un segundo referéndum de independencia, según la cadena pública BBC.

Reunión del Gobierno escocés sobre el Brexit. (Andrew MILLIGAN/AFP)
Reunión del Gobierno escocés sobre el Brexit. (Andrew MILLIGAN/AFP)

El Ejecutivo de Theresa May está llevando a cabo los preparativos necesarios para denegar una eventual solicitud que podría producirse en las próximas semanas, según han revelado fuentes gubernamentales a la BBC.

De ser así, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, pediría al Gobierno de Londres la activación de la sección 30, que transfiere al Parlamento escocés los poderes para celebrar un referéndum de independencia.

«La primera ministra no está de humor para aceptar otro referéndum ahora, diría rotundamente que no», afirmó una fuente cercana a May. Otra añadió que no existe «una respuesta» a esta cuestión, más allá de, como desde 2016 ha reiterado la primera ministra, «ahora no es el momento», mientras un tercer testimonio afirmó que no imagina un escenario en el que May pueda dar su visto bueno.

Las fuentes gubernamentales recalcaron que un debate sobre la independencia de la región sería una distracción cuando el Gobierno centra sus esfuerzos en las negociaciones del Brexit o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), además de basar su negativa en encuestas internas, que apuntan a que la oposición a celebrar otro referéndum está aumentando.

En la consulta de 2014, el 55 % rechazó la independencia de Escocia pero la victoria del Brexit en la votación de 2016, en la que la mayoría de escoceses (el 62%) apoyó la permanencia en la UE, ha reabierto este debate. De acuerdo con la BBC, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) se plantearía reforzar el mensaje sobre un nuevo plebiscito si se producen elecciones generales o regionales anticipadas.

En enero, Sturgeon declaró que revelará sus planes acerca de una posible convocatoria «en cuestión de semanas», cuando estén más claros los términos de la salida del Reino Unido de la UE y sin que un posible retraso de la fecha de partida, el 29 de marzo, influyese en su decisión.

En un mensaje en Twitter, Sturgeon contestó a las informaciones que sostienen que el Gobierno conservador, en el escenario de aceptar una nueva llamada a las urnas, fijaría los términos de la consulta, entre ellos la fecha y la pregunta. «Dios mío, los conservadores realmente están aterrorizados por la voluntad de los escoceses. Este no es el aspecto de un partido que confía en la fuerza de sus propios argumentos», escribió.

Tras conocerse que el país abandonaría el bloque común, Sturgeon anunció su intención de convocar una nueva consulta bajo la base de que las circunstancias habían cambiado significativamente respecto a 2014, pero la pérdida de escaños del SNP en las elecciones generales de 2017 aplazó su reivindicación.

La cuestión de cuando sería el momento adecuado para plantear la consulta divide al SNP entre los que creen que se debe aprovechar la oposición al Brexit de parte de la ciudadanía y los que sostienen que hay que esperar porque el apoyo a la independencia no ha crecido lo suficiente como para poder ganar en una hipotética consulta.

«La negativa del Gobierno británico podría hacer que la gente apoye la independencia en mayor medida, porque hay un derecho reconocido de autodeterminación y el negarlo movilizaría en contra de la posición del Gobierno», opina la investigadora de la Universidad de Edimburgo Brown Swan, quien cree que sería difícil que el Ejecutivo de May, cuyo acuerdo es necesario, rechazara pactarlo.