El 7 de julio de 1969 fue especialmente movido para todas las personas implicadas en el buen devenir del encierro sanferminero. Las novedades comenzaron cuando no hubo forma de que el toro Tesonero saliera detrás del resto de sus hermanos en la carrera de la mañana.
Con el encierro ya terminado, se decidió que hiciera el encierrillo ‘al revés’ y regresara a los corrales del Gas. A las ocho y media, Tesonero deshacía el camino realizado la noche anterior bien arropado por los mansos. En 2015 fue el astado Curioso el que repitió esta peculiar historia al obligar a realizar la misma maniobra al regresar a los corrales de Santo Domingo tras haber salido en un primer momento con el resto de su manada.
Pero las complicaciones de ese día no habían hecho más que comenzar. A las diez de la noche se realizó el encierrillo del día y cuando los astados llegaron a los corrales de Santo Domingo, uno de los pastores descubrió que había siete toros en lugar de seis.
Tras las correspondientes averiguaciones, se dio con la explicación a tan extraño fenómeno. La ganadería de Torrestrella había enviado un sobrero que no había sido apartado del resto de la manada y había terminado haciendo también el encierrillo.
Para deshacer el entuerto, se acordó aplicar la solución utilizada esa misma mañana. Hacia las tres de la madrugada se reunió al personal del encierro y se colocó un vallado para poder separar al sobrero. Una vez realizada esa primera maniobra, el astado fue acompañado a los corrales del Gas por los mansos, poniendo punto final al segundo encierrillo al revés en menos de 24 horas.