«En estos momentos el barco está navegando rumbo a Palma de Mallorca, para entrar allí a solicitar a través de un consignatario el despacho para poder llegar al objetivo principal, las islas griegas», han explicado a NAIZ fuentes de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario. El cambio de rumbo del buque de rescate se debe a la orden la Autoridad Marítima española de vuelta «a puerto español» pese a que la embarcación contaba con la autorización del Gobierno portugués para transportar ayuda humanitaria, productos médicos y de higiene básicos y leche en polvo para bebés».
Las mismas fuentes han explicado que «obedecen las órdenes de la Dirección General de la marina Española, porque nunca hemos hecho nada ilegal y no vamos a hacerlo ahora», aunque han reconocido que cumplen el requerimiento «a regañadientes y totalmente cabreados con esto, ya que supone que «vamos a perder dos días de navegación y el consabido gasto en combustible, que no estaba previsto».
Temen quedar «bloqueados»
Desde la ONG han explicado que para entrar a puerto hay que buscar un consignatario y en cuanto se consiga «vamos a solicitar el despacho» que permita al Aita Mari seguir con su viaje a la isla de Lesbos y hacer llegar la ayuda humanitaria a los refugiados. «Para cuando llegue el barco a Palma, esa solicitud ya está hecha», precisado desde la ONG, que tampoco oculta su temor a que se presenten nuevas excusas para evitar el viaje del Aita Mari. Según lo previsto, el Aita Mari llegará a las 8.00 de mañana a Palma de Mallorca.
«Entendemos que dentro de la normalidad, si todo fuese normal, deberíamos llegar a puerto, nos deberían dar el despacho y podríamos seguir ruta, lo que pasa es que mucho nos tememos que eso no va a ser así, sino que vamos a llegar a puerto y nos van a dejar ahí bloqueados».
El Aita Mari zarpó el pasado viernes de Lisboa rumbo a la isla de Lesbos con la intención de transportar ayuda humanitaria y de utilizar en las islas griegas el buque como hospital, no para realizar labores de salvamento. El sábado, la Autoridad Marítima Española comunicó a la embarcación que carecía de permiso para dirigirse al Mediterráneo. La comunicación indicaba que el buque debía «proceder previamente a puerto español».
Tars conocerse la decisión de las autoridades españolas, Marco Martínez, capitán del Aita Mari, ha considerado que la misma «solo trae crueldad hacia los niños, hombres y mujeres retenidos en las islas del Egeo».