Asier ROBLES
Entrevista
Tribade
Grupo de música

«Las verdaderas influencias son las madres y las abuelas, las referentes cotidianas»

Tribade es un grupo de música urbana formado en Barcelona. Lo conforman las tres cantantes Bittah, Sombra Elor y Mariva Lulla, y el dj Big Mark. Pese a que el rap es el principal, mezclan diferentes estilos, y en sus letras destaca el fuerte mensaje reivindicativo, feminista y anticapitalista en especial. El 21 de abril actuarán en el Gazte Topagunea, en Lemoa.

Componentes del grupo Tribade. (Victor Martí).
Componentes del grupo Tribade. (Victor Martí).

¿Cómo surgió Tribade?

Hace algo más de año y medio, después de un momento de confluencia entre el feminismo y el rap en la ciudad de Barcelona, donde las 3 mc’s nos conocimos en un concierto de hip hop por mujeres. Tiempo más tarde se unió nuestro dj, BigMark.

¿Qué os inspira?

Nos pueden inspirar mil cosas. Desde situaciones cotidianas, dificultades diarias, la precariedad propia y del entorno, hasta cuestiones más políticas y generales que necesitan un abordaje más profundo. Las influencias musicales y culturales son variadas, desde pintoras como Artemisia Gentileschi, Lita Cabellut, activistas y filósofas como Federicci, Wittig, Butler, Angela Davis, Goldman… Pero las verdaderas influencias son las madres y las abuelas, las referentes cotidianas. El primer aprendizaje se da en lo cotidiano, no en la academia.

¿A qué se debe el nombre Tribade?

Viene del griego, de la palabra ‘tribadismo’. Significa hacer el amor entre mujeres o lesbiana. Al principio dudábamos entre Thiasos o Tribade. Thiasos fue una escuela fundada por la poetisa Safo de Lesbos donde acudían chicas jóvenes para aprender a ser «buenas señoritas», pero la realidad es que acababan enamorándose y entablando relaciones entre ellas. Al final, como íbamos a ser tres cantando nos quedamos con Tribade.

En muy pocos años, os habéis hecho bastante conocidas. ¿Cómo habéis vivido estos primeros años? ¿Cuál ha sido vuestro concierto preferido?

Nuestro día a día no ha cambiado tanto, seguimos viviendo en los mismos barrios, con la misma gente y frecuentando los mismos espacios de ocio. Ahora con la emoción aún en el cuerpo te diríamos que el de este pasado 12 de abril en la Salamandra, nuestra ciudad, nuestra gente. Mucha gente nos escribió orgullosa de habernos visto hace dos años y vernos ahora con toda la evolución y trabajo que hemos hecho. Lo bonito de Tribade es que las nuestras lo sienten suyo.

¿En estos momentos, podéis vivir de la música?

Pese a que Las Desheredadas está teniendo buena acogida y contamos con una buena oficina detrás, Tribade no somos las 4 personas que se ven en el escenario, sino que hay todo un equipo detrás trabajando: road-manager, técnica de sonido, asistente de merchandising y conductora, alquileres de material, productores, etc.

Vivir de la música que no sea mainstream en el Estado español siempre ha sido complicado aunque la música urbana se va abriendo paso. Realmente es una cuestión importante a tratar. Llega un punto en que la música te exige total compromiso y no puedes trabajar de otra cosa. Si no tienes un cojín económico detrás que te permita mantenerte mientras estás de gira, te ves durante unos cuantos meses (en el caso que el proyecto más adelante funcione), en una situación precaria y sin posibilidad de trabajar. Entonces ¿quién puede permitirse hacer música? Respondiendo a la pregunta, no estamos viviendo únicamente de la música pero estamos dedicándonos completamente a ella y eso implica hacer sacrificios a todos los niveles: laboral, formativo, emocional…

El 21 de abril tocaréis en Lemoa, en el ‘Gazte Topagunea’. ¿Qué importancia tiene para vosotros tocar en un evento de esas características?

Estamos muy contentas de que se cuente con nosotras para un evento así y admiramos profundamente el tejido social y cultural de Euskal Herria. Además de compartir cartel con artistas que respetamos, a nivel político nos parece muy necesaria la existencia de espacios de ocio y festivales no alienantes con la juventud.

En vuestras canciones lanzáis mensajes bastante reivindicativos, sobre todo feminista y anticapitalista ¿Qué importancia tiene esto para vosotras? ¿Más que el plano musical?

Nosotras cantamos canciones feministas y anticapitalistas porque lo somos en nuestro día a día. Nuestro entorno y nuestra vivencia nos ha hecho desarrollar una conciencia de clase y eso se traslada en la música que hacemos. Ahora mismo, con la gira no podemos comprometernos a militar de una manera organizada en colectivos o asambleas y tenemos que hacer política con la música, pero nuestro compromiso va más allá del plano musical y intentamos ser lo más consecuentes que podamos: tener un equipo formado por cuantas más mujeres mejor, cuidar la estética y la ropa con responsabilidad; trabajando con diseñadoras de moda independientes (como ArtePorvo) y tener una persona formada como punto lila en el stand de merchandising o bien contar con colectivos de la zona para montar el punto en el caso de tocar en una sala donde haya habido agresiones, ya que optamos per re-ocupar los espacios donde ha habido violencias.

Mezcláis diferentes estilos musicales, ¿En cuál os sentís más cómodas?

Nosotras venimos del rap, pero nos podemos sentir cómodas en cualquiera de ellos. Quizás Masiva tira más para el rap clásico, Sombra hacia el trap y Bittah hacia el reggaeton. BigMark es todoterreno, te puede pinchar lo que quieras.

¿Cómo definiríais vuestro directo?, ¿qué se va a encontrar la gente? ¿Es importante para vosotras?

Damos mucha importancia al directo porque es llevar la música a un paso más allá en el arte. Intentamos cuidar cada detalle si el espacio lo permite, las luces, la estética, la ropa, los elementos, el discurso. Nuestro directo no es un show de rap, es una performance. Tribade es una acción política.

En el rap cada vez hay más artistas mujeres. ¿Qué opináis de esta nueva escena hip hop?

Al menos en la ciudad de Barcelona vemos una creciente escena muy interesante con grupos como Santa Salut&Elane, Las niñas del corro, Lil Russia… Y a nivel del estado lo mismo, la Ira, Machete en Boca, Eskarnia, Neka, La Basu… Mujeres en el rap siempre ha habido, pero ahora nos estamos ganando la visibilidad y luchando los espacios. Cada vez van a venir más y las redes serán mucho más fuertes.

Sin embargo, en casi todos los festivales la mayoría de grupos son masculinos. ¿A qué se debe? ¿Cómo se podría cambiar esto?

Se debe al patriarcado. Hace falta que quien ocupa y dirige esos espacios tome conciencia y de un paso atrás, entendiendo la presencia de mujeres no sólo en el plano artístico.

¿Qué opináis sobre la etiqueta de ‘rap feminista’?

Que es una etiqueta, a priori hecha con la intención de visibilizar un mensaje, pero que nos limita y nos relega a otra liga, otro panorama diferente al del rap, algo distinto al rap auténtico, esa cosa que hacen las mujeres feministas. Las mujeres hacemos rap.

Tras publicar varios singles, en febrero de este año sacasteis vuestro primer disco, ‘Las desheredadas’. ¿Cómo ha ido ese primer disco? ¿Quiénes son esas desheredadas?

Estamos muy contentas con la acogida del público y las críticas de los medios, así como con las reacciones en los conciertos que hemos ido haciendo en un plano más internacional. Esta alegría viene porque llevamos mucho tiempo trabajando en la música, no salimos de la nada, sino que salimos de patear todas las okupas de la ciudad y además, creemos que es importante que entre todas estemos colando el discurso feministas y anticapitalista en la escena musical poco a poco.

Las desheredadas son todas aquellas mujeres que tienen que luchar su forma de existir en el mundo. Las que se han sentido fuera, solas, raras.

¿Tenéis algún proyecto nuevo en mente? ¿Qué esperáis de este 2019?

Vamos a seguir dando conciertos por varias ciudades del Estado y fuera también. Tenemos ganas de seguir perfeccionando el directo y de encontrar momentos de creación colectiva y experimentar con nuevos ritmos y elementos. Estamos aprendiendo mucho de todo este proceso y para nosotras esta siendo una formación increíble de la que estamos muy agradecidas.