Con práctiamente el escrutinio cerrado, Navarra Suma no consigue mejorar los resultados de UPN-PP, logrando dos puntos menos que en 2016. Se queda en el 29%. De este modo, logra dos diputados en Madrid (Sergio Sayas y Carlos García Adanero). Se puede decir que la aportación de Ciudadanos ha sido negativa, ya que no han logrado ampliar el umbral de voto que obtuvieron hace tres años UPN y PP. Hay que recordar que Ciudadanos, solo, sacó un 6% de los votos en 2016. La derecha unida ha perdido un cuarto de los votos que logró la derecha separadamente hace tres años.

Le sigue de cerca el PSOE, con un 25,86% de los votos. Han sido los grandes triunfadores de la noche. En contraposición al ascenso del PSN, se percibe un descenso de Unidas Podemos, que baja once puntos porcentuales, del 28% al 18%. Pese a todo Ione Belarra mantiene su escaño, aunque pasan de dos a uno.

EH Bildu logra mejorar los resultados de hace tres años, pasando del 9,36% al 12,77%. Bel Pozueta hizo méritos de sobra, pues un escaño suele costar en Nafarroa 40.000 euruos. Pero en esta ocasión la ley D'Hont marcó un límite más alto y con 46.600 apoyos, la coalición se quedó fuera.

Geroa Bai mejora ligeramente sus resultados pasando del 4,26% al 6,10%, pero sigue quedándose lejos del escaño.

Vox obtiene un 4,8% de los votos en Nafarroa, con lo que, de repetir estos resultados, tendría representación en el Parlamento navarro.

Fracaso de Aldaketa

El cambio se llevó también un varapalo fortísimo en el Senado. La coalición de todas las fuerzas del cambio no logró sumar. Los apoyos conjuntos de Podemos, EH Bildu y Geroa Bai debieran haber obtenido un 37% de los votos al Senado, frente a los 29,3% de Navarra Suma. Pero no fue así. Los tres nombres de la papeleta de derechas (Amelia Salanueva, Ruth Goñi y Alberto Catalán) acabaron en la Cámara Alta.

En realidad, fue todavía peor, puesto que el cuarto senador tampoco fue para Aldaketa ya que la coalición también fue sobrepasada por el candidato del PSN, Toni Magdaleno.