Corina TULBURE

Las madres que buscan a sus desaparecidos en las cárceles sirias

No existe ni un día de tregua para Fadwa Mahmoud ni para Mariam Al Hallaq. Ambas luchan por rescatar a los suyosde las cárceles y del olvido. En un acto por la memoria histórica n el pueblo catalán de Celrà, estas madres piden apoyo para su lucha por la justicia.

Fadwa Mahmoud no sabe nada de su marido y de su hijo desde hace siete años. «Eso quema por dentro». Pero no quiere que se escuche solo su historia. Ella ha podido salir del país, pero sabe que, dentro de Siria, miles de civiles siguen sufriendo en las cárceles. Entre lágrimas, Fadwa recuerda que fue un 20 de septiembre de 2012 cuando su hijo y su marido, relacionado en el pasado con el Partido Comunista, desaparecieron detenidos en el aeropuerto de Damasco. Desde entonces los está esperando. «Llevamos décadas de sufrimiento y de impunidad bajo este régimen. Ahora mismo no sabemos nada sobre la situación real de los presos, nunca lo hemos sabido. Y, además, las detenciones arbitrarias y las torturas se siguen produciendo a diario.», denuncia.

Fadwa exige que saber la verdad sobre los detenidos sea un asunto clave en la agenda de las conversaciones internacionales sobre Siria, algo que no ha ocurrido en las pasadas reuniones celebradas en Ginebra y Astana.

Insiste en que que no hay ninguna posibilidad de reconstruir el país sin esta justicia. «La impunidad no puede continuar». Alaba la posición de Alemania de no entablar ninguna conversación con el régimen sirio sin mencionar a los detenidos y desaparecidos y ha hecho la misma petición al Ministerio de Exteriores español sin que haya recibido ninguna respuesta: «Dijeron que están intentando establecer relaciones con el Gobierno sirio para ayudarnos», lamenta.

Fadwa Mahmoud está en contacto con familias de dentro y fuera de Siria. «Es una espera angustiosa porque nadie sabe qué es lo que les pasa. La gente necesita esperanza o bien una certeza con la que poder hacer su duelo. De lo contrario, se queda toda la vida esperando. Hay gente que ya ha pasado 30 años en la cárcel, desde la época de Hafez al Assad, y no sabe qué ha sido de sus seres queridos. Sus familiares los siguen esperando. Hemos fundado el movimiento Familias por la libertad porque hemos perdido la fe en lo que hacen las organizaciones internacionales. Pedimos la liberación de todos los detenidos, los que están en las cárceles del estado y en las cárceles de las otras facciones armadas. Queremos saber dónde están los desaparecidos, dónde están encerrados, qué comen, cómo viven. Yo misma estuve un año y dos meses en la cárcel , con la misma ropa con la que había entrado el primer día».

diagnóstico común: infarto

Fadwa está junto con Mariam Al Hallaq, cuyo hijo pequeño Ayham Ghazul falleció en una cárcel del régimen en 2012. Después de haber sido torturado, murió en la cárcel a causa de una hemorragia interna. Su hijo había sido uno de los que impulsaron la apertura del Centro de documentación de las violaciones de derechos. Ella reconoció a su hijo de entre las 11.000 fotografías que un fotógrafo del Ejército sirio sacó del país, las conocidas como Fotos de César. «Dijeron que había muerto de un infarto, como siempre. Desde 2018, el régimen se siente impune, y entonces empezaron a emitir estos certificados de defunción por infarto para ocultar los crímenes que cometieron en las cárceles». Mariam ha fundado junto con otras familias la organización Familias de César. Para dar cuenta de la magnitud de la represión asegura que las 11.000 fotos de César, que han constituido pruebas de crímenes de guerra, fueron tomadas en solo dos años, en solo dos centros de detenciones y en dos hospitales militares de Damasco.

«Muchas familias reconocen a los suyos en las fotos, pero no se atreven a hacerlo público porque temen por la vida de otros familiares que siguen en Siria. Temen que eso significaría sacrificar a otro hermano o a otro hijo. O provocar la destrucción de sus casas. La gente sigue viviendo aterrorizada. Hay gente que vive en Francia y ha reconocido a familiares, pero no ha dicho nada por miedo, imagínate los que están dentro. La gente que bajó a la calle en 2011 nunca se imaginó que la represión sería tan violenta y a tal escala. El empleo de la violencia no ha tenido ningún tipo de limite”. En Alemania, en base al archivo César se ha emitido ya una sentencia de búsqueda y captura contra Jamil Hassan, el responsable de los servicios secretos de las fuerzas aéreas de Siria, imputado por asesinatos.

Mariam reúne testimonios para perseguir a los responsables de los crímenes. «Mi esperanza está en que los pueblos se solidaricen con los demás pueblos, no con los Estados. Queremos juzgar a los responsables de estos crímenes, ¿cómo lo haremos?».

 

Más de 9.000 desaparecidos a manos de grupos «extremistas»

Según el SNHR (Red Siria por los Derechos Humanos), más de 95.000 personas han desaparecido en Siria desde 2011 hasta agosto de 2018: más de 81.000 a manos del régimen y más de 9.000 por grupos extremistas, entre ellos el ISIS.

Civiles, periodistas, médicos y activistas se encontraron entre la espada y la pared. .Es el caso de la defensora de los derechos humanos Samira al Khalil desaparecida desde 2013 a manos del grupo islamista Jaysh al Islam, que controlaba Ghuta, junto con otros defensores de los derechos humanos, entre ellos la abogada Razan Zeitouneh, Wa'el Hamadeh y el abogado Nathim Hamadi. Nunca se supo más de ellos.