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Arranca a puerta cerrada el juicio a tres jóvenes acusados de abusar sexualmente de una chica

Los tres hombres que se enfrentan a una petición de pena de 80 años de cárcel acusados de haber abusado sexualmente de una joven, grabarlo y difundirlo a través del teléfono en 2017 en Bilbo, han coincidido en el juicio en defender su inocencia.

El tribunal presidido por la magistrada Nekane San Miguel de la sección sexta de la Audiencia de Bizkaia ha iniciado pasadas las 10.00 horas de este martes la primera de las cinco sesiones previstas para este juicio que se va a celebrar íntegramente a puerta cerrada y que ha arrancado con la declaración de los tres acusados, quienes han rechazado haber abusado de la joven.

Después ha declarado la víctima de este procedimiento, que tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos y que ha confirmado el relato de la denuncia. Tras ella, ha testificado su padre que fue quién acudió a recoger a la chica al barrio de Santutxu, donde amaneció la madrugada de autos.

La primera sesión del juicio se ha prolongado durante más de cuatro horas.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular representada por el letrado Javier Beramendi y los abogados de la defensa de los tres imputados acordaron ese secreto, de manera que solo los familiares han podido presenciar la primera sesión del juicio.

Según el relato de los hechos de las acusaciones, durante la madrugada del 14 de enero de 2017 los acusados y la joven acudieron a una zona en Solokoetxe en la que hay máquinas expendedoras de comidas y bebidas tras salir de una sala de fiestas del centro de Bilbo.

Una vez allí, el fiscal y la acusación particular sostienen que los jóvenes acorralaron y abusaron de la chica, conscientes de que no se encontraba en plenas facultades ya que había bebido alcohol.

Los tres procesados fueron detenidos por la Ertzaintza un mes después de la denuncia de la víctima. En el verano de 2017 quedaron en libertad, pero al acercarse el juicio y ante el posible riesgo de fuga, se decretó su encarcelamiento.

Las peticiones de las acusaciones son tan elevadas porque consideran a cada imputado cómplice o coautor de los delitos de abuso cometidos por los otros dos y aprecian el agravante de la situación desvalida de la víctima.

También imputan un delito de descubrimiento y revelación de secretos al grabar los abusos y difundir el vídeo, ya que uno de los acusados lo hizo público a través de una red social.

Para dos de ellos, la Fiscalía pide penas de 26 años de prisión y para el tercero de 27 años, además de una indemnización solidaria de 15.000 euros para la víctima.

La acusación particular, por su parte, solicita 39 y 38 años para dos de los acusados y 29 para el otro.