Las fuerzas independentistas de las naciones sin Estado alcanzaron ayer un hito inédito al superar los 2,2 millones de votos en todo el Estado español. A la cabeza se situó Ahora Repúblicas, la coalición de EH Bildu con ERC, BNG y otras fuerzas, que alcanzó los 2.281.564 votos (con el 99,37% escrutado), que se convertirán, en primera instancia, en tres eurodiputados, lo que asegura el escaño a Pernando Barrena. Compartirá grupo en Bruselas con los catalanes Oriol Junqueras y Jordi Solé. En el momento en el que se consuma el Brexit y el Estado español pase de 54 a 59 escaños en el Parlamento Europeo, sin embargo, Ahora Repúblicas ganará un europarlamentario más, que ocupará la gallega Ana Miranda. Nunca el soberanismo de izquierdas tuvo semejantes resultados en unas elecciones europeas.

Los cuatro eurodiputados de Ahora Repúblicas compartirán filas independentistas con los dos parlamentarios logrados por Junts per Catalunya, que consigue asiento para el president Puigdemont y para el también exiliado Toni Comín. De este modo, las cámaras de Bruselas y Estrasburgo dejarán de ser un mero altavoz para las reclamaciones independentistas, para pasar a ser, en sí mismas, terreno de juego. El serial vivido la semana pasada a cuenta de los diputados presos en el Congreso de Madrid tendrá una segunda parte ahora en el Parlamento Europeo. Y la mano del TS llegará más difícilmente a Bruselas.

Guárdense la fecha del 2 de julio, día en el que se constituirá oficialmente el nuevo Parlamento Europeo. Lo hará con un preso político y dos exiliados como miembros.

En la pugna interna dentro del independentismo catalán, Puigdemont le volvió a robar la cartera a Junqueras. ERC le sacó medio millón de votos a Junts per Catalunya en las estatales de hace un mes, pero en las europeas, el espacio postconvergente rozó ayer el millón de votos, sacando casi 300.000 de ventaja a los republicanos. Para acabar de adobar el panorama catalán, en las municipales fue Esquerra la que se impuso a JxCat, en términos generales, en toda Catalunya, logrando unos resultados que no se veían desde los años 30.

Ambos espacios políticos del independentismo catalán tienen como objetivo convertirse en una especie de SNP escocés, capaz de hacerse con indiscutibles y perdurables mayorías dentro del soberanismo. Esta obsesión, sin embargo, choca reiteradamente con el mandato de la base independentista, que se niega una y otra vez a dar amplias mayorías a ninguno de los espacios, obligándolos a negociar y alcanzar acuerdos.

Los resultados en Catalunya confirman que Puigdemont mantiene su tirón, haciendo a ERC que se repiense la idea de provocar elecciones autonómicas en otoño, cuando se conozca la sentencia del juicio contra el 1-O. Con todo, los resultados globales del independentismo volvieron a ser espectaculares. Con el 99,92% escrutado, ERC y JxCat sumaban el 49,72% de los votos emitidos en toda Catalunya. Es la vez en la que más se ha acercado el independentismo al ansiado 50% de los votos. Se sigue resistiendo.

Quien también conserva su puesto en Bruselas es Izaskun Bilbao, después de que su Coalición por una Europa Solidaria (CEUS) con Geroa Bai, Coalición Canaria y otros alcanzase casi 600.000 votos, un resultado notable que, sin embargo, no llega al 3% que, si nada cambia, será exigido a partir de la siguiente legislatura para alcanzar representación en el Parlamento Europeo.

El PNV logró más de la mitad de sus votos en la CAV, donde se enfiló hasta los cerca de 380.000 votos, a gran distancia de la segunda fuerza, EH Bildu, que se quedó cerca de los 250.000. En Nafarroa, por el contrario, la candidatura de Pernando Barrena (54.000 votos) dobló la de Bilbao (27.000). En el herrialde, sin embargo, destacó la clara victoria del PSOE, que superó los 94.000 votos, a gran distancia de los 63.000 del PP.

Lo que apenas funcionó, a primera vista, fue el voto dual entre Ahora Repúblicas, Junts per Catalunya y PNV. Existía cierto morbo para ver si existía alguna triangulación entre candidaturas y territorios, pero un primer vistazo no lo evidenció así. Habrá tiempo, en cualquier caso, para observar con mayor detalle y tranquilidad los resultados en los próximos días.

En cuanto al resto del Estado, el PSOE volvió a ganar con holgura, con 7,2 millones de votos y 20 eurodiputados. Le siguió a bastante distancia el PP de Pablo Casado (4,6 millones de votos y 12 escaños), que sin embargo amplió su distancia frente a Ciudadanos, que se quedó en 2,7 millones de votos y siete asientos. La pugna en el seno de la derecha española se clarificó ayer en cierta medida en las europeas, que pueden salvar a Pablo Casado de la debacle absoluta.

Otra de sus tablas de salvación será el Ayuntamiento de Madrid, donde con el escrutinio superando el 90%, el PP mantenía cuatro escaños de ventaja a Ciudadanos. Manuela Carmena ganó ayer las elecciones, pero la suma de PP, Ciudadanos y Vox podría desalojarla del consistorio en beneficio del PP. Un destino reservado a muchos de los Ayuntamientos «del cambio» aparecidos tras las elecciones de mayo de 2015. Zaragoza es otro buen ejemplo de ello.

Estas ciudades son la prueba de los escasos resultados cosechados por Podemos en todas las urnas en las que los ciudadanos pudieron elegirlos. A modo de resumen valga decir que la coalición de Podemos e IU logró en Europa seis escaños, cinco menos que los logrados en 2014. De hecho, las fuerzas independentistas lograron más votos que Podemos en todo el Estado. Por último, Vox entra en el Parlamento Europeo con tres escaños y el 6,20% de los votos, lejos del 10,3% del 28A.