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PARÍS

Lakua imputa al bono sostenible la creación de 8.400 empleos en 2018

La primera emisión del Bono Sostenible Euskadi colocó 500 millones de euros con un tipo de interés del 1,45%. En 2019 han sido 600 millones al 1,125%. Para próximas ediciones, el Gobierno de Iñigo Urkullu se ha planteado emitir un bono social y otro verde. Para buscar futuros inversores, está realizando una ronda por ciudades europeas.

El Gobierno de Lakua había citado para ayer a un grupo de inversores europeos en un hotel ubicado en la plaza Vendôme de París, donde también convocó a los medios de comunicación para que tomaran imágenes del encuentro, que estuvo presidido por el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu.

Por su parte, el director de Finanzas, Javier Arnaez, tenía previsto reunirse ayer mismo con otros grupos de inversores en Frankfurt y Múnich, antes de desplazarse a Ámsterdam para hacer lo propio hoy.

Y esta gira exprés para presentar el informe de impacto del Bono Sostenible Euskadi 2018 y tener primeros contactos con posibles inversores futuros en este tipo de producto financiero se completará hoy con una reunión de Azpiazu y su equipo en Oslo con los máximos responsables del fondo soberano de Noruega. Este ha adquirido, a através de su gestor Norges Bank, el 10% del Bono Sostenible Euskadi 2019, por un valor de 60 millones de euros.

Sociales y verdes

Ante los medios, Azpiazu destacó que los proyectos que el Gobierno de Lakua había definido para el bono sostenible que emitió el año pasado, por valor de 500 millones de euros, han permitido la creación de 8.400 empleos, tal como recogió la agencia Efe.

Además, el impacto económico para las empresas que han participado en trabajos asociados a esos proyectos ha sido de 200 millones en valor añadido.

De los 500 millones de euros, un 67,58% se dedicaron a proyectos sociales –como programas de acceso a viviendas asequibles, becas o sanidad– y el 32,42% restante a proyectos «verdes», en particular la compra de cinco trenes que sustituyen a otros antiguos y 25 campañas de prevención y control de la contaminación.

El bono sostenible de 2018, que tiene un vencimiento a 10 años con un tipo de interés del 1,45%, fue el primero de ese tipo lanzado por el Ejecutivo de la CAV, que ha renovado la operación este años con otro de 600 millones de euros y un interés del 1,125%. En esta segunda ocasión, la demanda de los inversores cuadruplicó la oferta. El consejero avanzó que en 2020 la emisión «puede ser por una cantidad equivalente» a la precedente y recordó que el Gabinete de Iñigo Urkullu se ha comprometido a sacar al mercado uno de esos bonos cada año durante la legislatura.

El viceconsejero de Economía, Alberto Alberdi, indicó que, teniendo en cuenta las demandas que observan de los inversores, se baraja la posibilidad de que en el futuro haya un bono social y otro bono verde diferenciados, aunque puntualizó que todavía «es pronto» para asegurarlo.

La Administración de la CAV tiene actualmente unos 9.000 millones de euros de deuda, que rondan los 10.000 millones si se suman la de diferentes organismos que tiene adscritos. En el año 2012, el tipo medio que debía abonar por la deuda era del 3,52%, mientras que actualmente el interés ha bajado al 1,79%.

 

La OCDE elaborará un informe sobre el futuro del mercado laboral en la CAV

El Consejo de Gobierno aprobó ayer una subvención de 130.000 euros destinada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para elaborar un proyecto de identificación de tendencias y oportunidades del futuro del trabajo en la CAV. Según explicó la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, «se trata de aportar información nueva y especializada sobre tendencias concretas en el campo de los puestos de trabajo y las repercusiones que tendrá la automatización».

También se analizarán nuevas formas de empleo por sectores y actividades profesionales, identificando los sectores más vulnerables a la automatización. Y se desarrollarán políticas para aumentar la oferta de competencias, dirigidas específicamente a personas de mayor edad, así como a jóvenes y trabajadores poco cualificados. GARA