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OSAKA

G20: avances en comercio, falta de acción y de urgencia por el clima

Ayer terminó una cumbre del G20 marcada por las tensiones geopolíticas y la guerra comercial entre EEUU y China. Xi y Trump acordaron una tregua y se comprometieron a seguir negociando. Mientras tanto, el compromiso por acciones decisivas ante la emergencia climática pasó de puntillas y quedó relegado a un simple ejercicio retórico.

La cumbre del G20 celebrada en Osaka concluyó ayer con promesas de trabajar hacia un comercio y una inversión global que sea «libre y justa», aunque se evitó toda mención específica a hacer frente al proteccionismo que abandera el presidente de EEUU, Donald Trump.

La declaración final del G20, comunicada por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, reconoce que las tensiones comerciales entre EEUU y China están creando una preocupación global y que están contribuyendo a una ralentización de la economía. En la cumbre de Osaka, eclipsada en gran medida por la expectación creada en torno a los resultados del cara a cara entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, se ha reconocido que «la intensificación de las tensiones geopolíticas y comerciales» aumentan «los riesgos» de una caída de la economía global y que los grandes cambios tecnológicos y la velocidad en la que avanza la globalización han «alimentado el enfado y el descontento» en muchas partes del mundo donde la gente prefiere políticas económicas proteccionistas.

Ante ello, según Abe, «hay una preocupación que el sistema de libre comercio que nació tras la Segunda Guerra Mundial está fallando. Por eso, necesitamos construir sólidamente sobre principios que lleven a que la economía del futuro «sea no discriminatoria, transparente, predecible, estable y abierta a los mercados». En ese sentido, anunció más reformas en la Organización Mundial del Comercio «para que mejore sus funciones, sobre todo en el área del comercio digital» y nuevas reglas «que aseguren un flujo libre de los datos y de la información a través de las fronteras».

EEUU, solo en su camino

Por el contrario, a pesar de que había grandes expectativas de que se usaría el G20 para tomar acciones decisivas por el futuro del planeta, la negativa de EEUU –en contra de los otros 19 miembros– de apoyar el Acuerdo de París sobre el clima, que hizo amagar con la retirada de la firma del presidente francés, Emmanuel Macron, en el documento final, hizo evidente la falta de un sentido de la urgencia y de voluntad política al respecto. Japón, el anfitrión, se escondió detrás de EEUU y no quiso construir una mayoría clara en favor de tomar acciones para hacer frente a la emergencia climática y ayudó a que las ambiciones previas a la cumbre se evaporasen con facilidad.

En contra de todos los demás miembros del G20, EEUU anunció que seguirá haciendo su camino por su cuenta y que no va a suscribir ningún acuerdo multilateral. Según se leía en el comunicado final, «EEUU sigue comprometido en el desarrollo y despliegue de tecnologías avanzadas para continuar reduciendo las emisiones y dar un medio ambiente más limpio».

 

Trump y Xi no dan la espalda a la declaración de una tregua comercial

Así es la diplomacia del ping-pong. Trump y Xi acordaron restablecer las negociaciones comerciales tras un «excelente» encuentro. Trump anunció que permitiría a las compañías de su país vender tecnología al gigante chino Huawei, hizo esa concesión y dio una señal para rebajar la tensión.

No hay nuevas tarifas, pero se mantienen las que Trump impuso antes. «No estoy seguro de querer parar la guerra comercial –dijo–, el tiempo dirá si somos capaces o no de llegar a un acuerdo». GARA