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Otro informe alerta de las olas de calor: diez veces más y 4ºC peores que hace un siglo

Olas de calor como la padecida la pasada semana por Euskal Herria y gran parte de Europa son diez veces más frecuentes que hace 100 años y con una temperatura cuatro grados más alta. Lo constata un informe de la organización World Weather Attribution. [Toda la información en NAIZ Eguraldia]

Habitantes de Munich se bañan en un lago para combatir las altas temperaturas recientes. (Cristophe STACHE | AFP)
Habitantes de Munich se bañan en un lago para combatir las altas temperaturas recientes. (Cristophe STACHE | AFP)

En un informe elaborado por la organización World Weather Attribution, los investigadores reconocen que, aunque aún es muy pronto para contrastar toda la información, las olas de calor actualmente se dan cada vez con más frecuencia.

En la última semana de junio se han batido en Europa récords de temperatura, con valores superiores a los 40 grados en localidades vascas y otras ciudades de los estados español y francés, Suiza o República Checa.

En el francés, el récord de 2003, cuando se registraron 44,1 grados en la localidad de Conqueyrac, región de Languedoc-Rosellón, se ha superado ahora con el registro de 45,9 grados en Gallargues-le-Montueux.

En Suiza se han registrado nuevos récords en 40 estaciones, y seis nuevos récords en seis estaciones de montaña.

También en Austria y Holanda todo el mes de junio ha sido el más cálido jamás registrado.

Los investigadores señalan que la definición de ola de calor depende sobre todo de la localización, la estación de medición, su intensidad y su duración y, consideran, «sin duda», a la actividad humana como causante de este incremento.

Los estudiosos utilizaron datos de las temperaturas medias a lo largo de tres días, que son las causan mayores impactos sobre la salud de la población.

Para ello tomaron en cuenta dos escalas espaciales: las de todo el Estado francés (donde se registraron los valores máximos) y las de Toulouse (sur), considerando solo las olas de calor del mes de junio porque «tienen un impacto y tendencia diferente de las de julio y agosto».

Estos datos demuestran cuán frecuentes pueden llegar a ser a día de hoy las olas de calor en relación con 1901 y que registran un aumento de cuatro grados de temperatura en junio.

Las olas de calor «son mortíferas», sostienen, y sus efectos se ven agravados por una población de avanzada edad, la progresiva urbanización de ciertas zonas, el cambio estructural de la sociedad y la menor preparación para este tipo de fenómenos.