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Tsipras traspasará hoy el poder a Mitsotakis tras la derrota de Syriza

Tras la derrota de Syriza en las elecciones legislativas celebradas ayer en Grecia, el primer ministro, Alexis Tsipras, traspasará hoy mismo el poder al líder de la derechista Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, que se ha propuesto hacer del país un paraíso del empresariado.

Con tan solo el 30% de los votos escrutados, que ya preconizaban un resultado claro en lo que se refería a los dos principales partidos, Syriza y Nueva Democracia, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, reconoció su derrota en las elecciones generales anticipadas y felicitó al vencedor, el derechista Kyriakos Mitsotakis. La participación rondó el 56% a pesar de que en Grecia el voto es obligatorio.

Con el 50% escrutado, Nueva Democracia había obtenido el 39,8%, mientras que Syriza había alcanzado el 31,4%. De confirmarse la tendencia, y teniendo en cuenta el bonus de 50 escaños para el ganador, el partido de Mitsotakis lograría 158 de los 300 asientos, siete o cinco por encima de la mayoría absoluta, mientras que Syriza se quedaría en 86 escaños frente a los actuales 144.

En tercer lugar se situó el centrista Kinal, sucesor del histórico Pasok, con el 8,1% y 22 escaños, seguido de los comunistas del KKE, con el 5,3% y 15 escaños. La sorpresa la podrían dar los neonazis de Amanecer Dorado, que con un 2,9% quedarían fuera de la Cámara, a la que sí parecía tener asegurado el acceso era la nueva formación ultraderechista, Solución Griega, con en torno al 3,8% y 10 escaños.

Casi garantizada la entrada parecía tener también el izquierdista Mera25, de Yannis Varufakis, con el 3,4% y 9 asientos.

«Familiocracia»

La elección de Mitsotakis, miembro de una gran dinastía política y cercano al mundo de los negocios, marcará el regreso de la «familiocracia» al Gobierno griego. Mitsotakis ha querido forjarse una imagen de líder «que modernizará el país» y lo hará competitivo para asumir los retos del siglo XXI, para lo que se ha propuesto liberar a Grecia de lo que cree «ideas obsoletas de izquierdas» y convertirla, con una política de bajos impuestos, en un paraíso para el empresariado.

Tsipras decidió adelantar las elecciones al 7 de julio tras la derrota de su partido en las elecciones europeas, en las que se impuso Nueva Democracia. Syriza llegó al poder en 2015, cuando el país estaba inmerso en una grave crisis económica que requirió ayuda financiera externa desde 2010, pero tras sacarlo del rescate financiero y después de ratificar en 2019 un acuerdo tan histórico como polémico con Macedonia para poner fin a años de disputas por su nombre oficial, los electores le han dado la espalda.