Los jóvenes norteamericanos estaban en un programa de estudios que terminaba esta misma semana. Según la versión policial, intentaron chantajear a un joven al que previamente habían robado una mochila en el Trastevere. El dueño de la bolsa llamó a su móvil y contactó con los ladrones, que al parecer le pedían 100 euros y cocaina. Medios italianos sugerían que el dueño de la mochila era en realidad un camello que anteriormente habría timado a los estudiantes.

El caso es que el joven italiano acudió a la cita en el barrio de Patri acompañado por dos policías de paisano. Había denunciado el robo de la mochila y por eso le acompañaban dos agentes. Según todos los indicios, los estudiantes norteamericanos pensaron que se trataban de miembros de una banda y arremetieron a cuchilladas contra los policías, matando a uno de ellos. Mario Cerciello Rega, tenía 35 años y había regresado recientemente de su luna de miel.

Lógicamente, las imágenes del joven policía y su familia han conmocionado a Italia. Para cuando se conocieron el resto de detalles la rabia ya había prendido en las redes. Y su dirección coincidía con la señalada por la derecha del Gobierno italiano. El discurso racista e islamófobo de Matteo Salvini tiene predicamento. En este caso, el líder fascista ha jugueteado con la idea de la pena capital, a lo que él mismo contraponía para los responsables del crimen «trabajos forzados de por vida».

Sperando che l’assassino del nostro povero Carabiniere non esca più di galera, ricordo ai buonisti che negli Stati Uniti chi uccide rischia la pena di morte. Non dico di arrivare a tanto, ma al carcere a vita (lavorando ovviamente) questo sì! #Carabiniereucciso pic.twitter.com/ktc7J8RcMp

— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) July 27, 2019